No menos de 18 tiros percutidos de fusiles de asalto recibió la camioneta Range Rover en la que viajaba el cantautor argentino Facundo Cabral. El trovador, quien había ofrecido conciertos en Ciudad de Guatemala y en Quetzaltenango, se dirigía al aeropuerto La Aurora de la capital guatemalteca cuando hacia las 05:20 horas de ayer tres vehículos le salieron al cruce. Uno lo obligó a reducir la velocidad, mientras que los otros dos se ubicaron a los costados y desde ahí abrieron fuego.
El reconocido artista de 74 años se llevó la peor parte: tras recibir varios impactos, Cabral murió en el acto, mientras que el empresario nicaragüense que manejaba la camioneta y que había organizado sus presentaciones en Guatemala, Henry Fariña, resultó herido, y su representante, el argentino David Llanos, quien iba en el asiento trasero, salió ileso al lanzarse al piso de la camioneta. "Estábamos yendo al aeropuerto para (viajar a) Nicaragua. No sé nada más y no sé qué ocurrió, pero es de lamentar y es aterrador", dijo Llanos.
El ministro de Gobernación, Carlos Menocal, dijo que dos horas después del atentado se localizó un auto abandonado que aparentemente participó de la emboscada. Presentaba disparos y adentro había chalecos antibalas, una pistola, balas de varios calibres y un cargador de AK-47.
Según indicó Menocal, "todo apunta a que el ataque iba hacia Fariña y no hacia el artista". "No es una afirmación. Es una hipótesis. La investigación nos permite encontrar evidencias para sustentarla, pero aún no es nada concluyente", matizó.
El embajador de EE.UU., Stephen McFarlan, ofreció ayuda para esclarecer el crimen. "Si el gobierno quiere que los apoyemos sería muy posible", dijo en la misma escena del crimen.
La muerte de Cabral generó un fuerte impacto en toda Latinoamérica, sobre todo en su Argentina natal y en Guatemala, país que hoy está sumergido por un espiral de violencia por las pandillas y los carteles narcos.
El Presidente guatemalteco, Álvaro Colom, declaró tres días de luto en el país y dijo que esperaba "resultados contundentes pronto" para esclarecer "este caso de gran impacto mundial". "Estamos en lucha permanente contra estos vándalos. Un operativo como el que se hace contra esta caravana es gente involucrada en el crimen organizado, no son sicarios de la calle, son profesionales, es un operativo bien montado", declaró.
El caso volvió a poner en la palestra la crítica situación de seguridad de Guatemala. El país, el más poblado de Centroamérica, tiene una de las mayores tasas de homicidios del planeta, en torno de los 48 asesinatos por año cada 100.000 habitantes, seis veces más que la media mundial. En 2010 fueron cometidos 6.500 homicidios, un promedio diario de 18 crímenes. Esta cantidad supera los niveles de la cruenta guerra civil (1960-1996), que dejó un promedio anual de muertos de 5.500.
Gran parte de esta violencia proviene de las temidas pandillas o maras -como la Salvatrucha y Barrio 18- que proliferan en las urbes y extorsionan a empresarios, comerciantes y choferes de autobuses, que deben pagarles para evitar ser asesinados.
El número tres de esa organización, Jesús Enrique Rejón, detenido la semana pasada, admitió que hoy Guatemala "es uno de los principales puntos de interés" de los narcos. Esto ha obligado al gobierno de Colom a decretar estado de sitio en el departamento de Petén, fronterizo con México, tras la masacre en mayo de 27 campesinos decapitados en una hacienda, la que fue atribuida a Los Zetas. El grupo ha reclutado a "Kaibiles", soldados de elite guatemaltecos tentados por el dinero narco.
48 asesinatos cada 100.000 personas se registran al año en Guatemala, seis veces más que el promedio mundial.
"Ay que dolor, mataron al Gran Trovador de Las Pampas!".
Hugo Chávez,
Presidente de Venezuela
"No me cabe la duda de que él fue asesinado por sus ideales".
Rigoberta Menchú
Premio Nobel de la Paz de 1992
"Era un tipo entrañable, que siempre se reía, con una capacidad extraordinaria para expresarse con la guitarra".
Víctor Heredia
cantautor argentino
"Esta noticia nos enluta a todos los artistas del planeta. Hombre de palabra justa. Callaron al Cantor".
Ricardo Montaner
cantante venezolano
"Facundo era un hombre de puro amor, que repartió amor por el mundo".
Tito "El Temucano", Fernández
cantautor chileno
Adiós a un "embajador de la paz"
"Si no es en Buenos Aires, será en Quito.... o en Chicago", dijo Cabral en 2008 cuando "El Mercurio" le preguntó por la muerte. Pero se equivocó. El cantante argentino falleció en Guatemala, luego de hacer lo que amaba: conversar, cantar y tocar su guitarra.
Con una trayectoria que comenzó a mediados de los 50, Facundo Cabral conquistó Latinoamérica dos décadas más tarde con uno de sus mayores éxitos, "No soy de aquí, ni soy de allá". Trabajó con artistas como Julio Iglesias, Neil Diamond y Alberto Cortez, e inspiró a otros tantos músicos sudamericanos. Así lo confirma Tito Fernández, quien compartió en casi todas las ocasiones en las que Cabral visitó Chile (las últimas fueron en 2000, 2003, 2005 y 2008). "Todos los encuentros con Facundo eran una anécdota.
Hablábamos del momento, del presente más que nada. Era un hombre muy bueno, que repartió amor por el mundo", expresó "El Temucano".
El aporte de su música y sus libros a la cultura latinoamericana, le otorgaron el reconocimiento de "Mensajero Mundial de la Paz" de la UNESCO en 1996, e incluso fue nominado para ganar el Premio Nobel de la Paz, por el entonces Presidente de Costa Rica, Oscar Arias Sánchez.
En Twitter, diferentes artistas también despidieron y recordaron el legado de Facundo Cabral. "Esta noticia nos enluta a todos los artistas del planeta. Hombre de palabra justa. Callaron al Cantor", declaró el cantante Ricardo Montaner, mientras que los puertorriqueños de Calle 13 agregaron: "Latinoamérica está de luto".
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