Durante el último año un nuevo y muy sofisticado virus computacional ha estado infectado un número desconocido de fábricas y plantas energéticas en el mundo, tomando el control de las máquinas industriales.
Stuxnet, el gusano informático, se esparce a través de agujeros desconocidos del sistema operativo de Windows y luego busca un tipo de software, fabricado por la compañía Siemens, que controla los componentes industriales.
De esta manera, puede cambiar tareas como interrumpir los monitores de temperatura y las válvulas de presión, provocando la destrucción de la infraestructura industrial. Un problema central es que los controles especializados para la electricidad, el transporte y otras funciones críticas están menos protegidos que las redes computacionales de las empresas y, frecuentemente, están conectadas a máquinas estándar.
Los investigadores que han trabajado por más de un año en el virus están alarmados debido a que una combinación de factores lo hacen extremadamente peligroso: su nuevo blanco (las industrias), los niveles de sofisticación que tendrían como "patrocinador" a un gobierno, y la pobre comunicación entre expertos y autoridades industriales.
Irán, el más afectado
Para los expertos, éste es el primer virus capaz de una destrucción física y abre camino a una nueva etapa de la "guerra cibernética". Cerca de 60% de los sistemas afectados están en Irán, según el fabricante de programas de seguridad Symantec. India, Indonesia y Paquistán también han reportado ataques. La semana pasada, la planta nuclear iraní Bushehr confirmó que sus computadores industriales fueron infectados por el gusano, pero no afectó las operaciones de la planta. "Se ha lanzado una guerra electrónica contra Irán", señaló Mahmoud Liaii, director del Consejo de Tecnología de Información. "Este gusano está diseñado para transferir datos sobre las líneas de producción desde nuestras plantas industriales a ubicaciones fuera de Irán".
DiarioFinanciero.com
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