2010/08/09

Arribo de Luksic al negocio de la televisión pondría más presión competitiva a la industria

E. Maldonado/R. Sapag

El anuncio del arribo del grupo Luksic al negocio de la televisión abierta vino a develar que esta industria seguirá estando sometida a poderosas fuerzas competitivas, fuerzas que prometen seguir creciendo en decibeles ante la inminencia del nuevo paradigma de la TV digital.

Lo primero que sobresale cuando se mira con detención la noticia es que Luksic entra a un canal con números complicados. Una firma que en el acumulado de sus resultados operacionales arrojaba una sumatoria en rojo para la última década. Una empresa que a su controlador, la universidad, le estaba hipotecando su capacidad de endeudamiento, representando ya cerca de un 50% de su stock de obligaciones. Un canal cuyo rating se ha comportado en forma veleidosa y esquiva. En fin, un competidor que se estaba moviendo en su exigente industria con una posición económica una tanto desfavorecida, con miras a los requerimientos que se avecinan con la TV digital.

En ese cuadro, quienes han evaluado los alcances de este negocio, estiman que el arribo de un "socio estratégico" como Luksic, que se podría decir tiene una casi ilimitada capacidad de aportar recursos, cambia radicalmente ese cuadro y deja a la Universidad Católica en un mejor pie. De alguna manera, la reflexión que se pudo hacer dentro de la UC es que es mejor ser dueño de un tercio de algo que puede crecer, en lugar de propietario del 100% de una empresa que no genera flujos y, por el contrario, está abultando la deuda.

De hecho, y como se reconoció oficialmente en el comunicado del pasado viernes, el monto involucrado en la operación, y que se hará efectivo no antes de 60 días, irá íntegramente a pagar deuda financiera (exigible), la que según la última Fecu suma en términos agregados $ 51.370 millones (unos US$ 98 millones), de los cuales un 70% corresponde a pasivos circulantes. Dicha amortización de deuda sería efectiva, claro está, una vez que concluya satisfactoriamente para el comprador el proceso de due diligence, que en el entorno de Luksic ha sido definido como complejo.

Harina de otro costal y objeto de otras lecturas es qué representa el negocio para la presencia de los contenidos que inspiran a la universidad, y la Iglesia Católica, en la parrilla televisiva.



Una larga historia

El tema de la venta de Canal 13 no es primera vez que está sobre la palestra. Que en el período de Enrique García se trató con el empresario mexicano Angel González, actual dueño de La Red TV. Que Rodrigo Jordan habría sondeado con Eleodoro Rodríguez si existía alguna peregrina idea de vender el canal y que la respuesta fue un rotundo no. Que alguna vez se conversó el tema de una eventual asociación con importantes grupos económicos, y así.

Todo hasta que en el último tiempo, y en un entorno donde en paralelo está corriendo la venta de Chilevisión, se llegó a tratativas con varios empresarios, entre ellos Juan Hurtado Vicuña, Eduardo Fernández León y el propio Luksic, quien decidió hacer su apuesta de US$ 55 millones por el 67% del canal.

Para que ello cristalizara debieron confluir varios astros. El primero fue la llegada de Ignacio Sánchez a la rectoría de la UC en marzo, quien sin tapujos declamó que una de sus metas era tomar una decisión firme y tajante sobre el canal, otrora gran arca de recursos de la universidad, pero que desde inicios de la década un pozo difícil de tapar. Fue por ello que, tal como comentan en la misma estación, las autoridades de la universidad contactaron a varios posibles socios, siendo Luksic el que respondió el llamado hace tres semanas. Todo se manejó bajo reserva, hasta que el viernes se convocó a un fotógrafo a la salida de un salón protocolar, el cual fue invitado a pasar para inmortalizar el apretón de manos entre Luksic y el rector.

De paso, cabe apuntar que ahora, las miradas quedaron dirigidas al negocio sobre Chilevisión, que pronto debiera ser perfeccionado. Al respecto, una de las versiones que ha cobrado vigor indica que a Hurtado Vicuña y Entel tener un canal le daría alto potencial de nuevos negocios y que, por lo mismo, sería un rival en carrera.

Desde el grupo Luksic se informó que el negocio está siendo canalizado a través de una sociedad que lo conforma, pero que pertenece al mayor de los hermanos, Andrónico.

La lógica con que operan las inversiones familiares indica que este negocio será llevado al resto de los hermanos, para que lo estudien y resuelvan si participan y cómo lo hacen. Lo anterior, por cierto, una vez que se aporten a esa mesa de discusión todos los antecedentes, en especial el due diligence.

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