El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su pronóstico de crecimiento para la economía mundial en el 2010 resultado de una expansión más fuerte de la prevista durante la primera mitad del año. Sin embargo, al mismo tiempo advirtió que las turbulencias financieras pueden poner en riesgo la recuperación. Para México, el FMI estima un crecimiento de 4.5% en 2010.
De este modo, el FMI pronostica que la economía mundial podría crecer un 4.6% este año, comparado con una tasa de 4.2% prevista en sus proyecciones de abril. Para el 2011, la expectativa es de una expansión de 4.3%, sin cambios respecto al pronóstico de abril.
Las economías avanzadas crecerán a una tasa de 2.6% este año, según el FMI, por encima del 2.3% del pronóstico de abril, liderado por la expansión de EU, cuyo PIB aumentaría un 3.3% este año, superior al 3.1% de abril. Por otro lado, Japón se expandiría a una tasa de 2.4% en 2010 (vs 1.9% en abril) y la eurozona, impactada por la crisis de deuda soberana en la región, apenas crecería un 1.0%, en tanto que para el 2011 su crecimiento se revisó a la baja en 0.2 puntos porcentuales para situarse en 1.3%.
Para las economías emergentes, el FMI prevé una crecimiento de 6.8%, superior al 6.3% de abril, impulsado por China (10.5%), la India (9.4%) y Brasil (7.1%). El PIB de Brasil fue el que registró la revisión más fuerte respecto a abril, cuando se esperaba una expansión de 5.5%. Para México, el PIB también se revisó al alza en el 2010 a 4.5% comparado con 4.2% en abril.
Sin embargo, el FMI advirtió que las turbulencias financieras derivadas de las dudas sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, “arrojan una nube sobre las perspectivas”. Por eso el principal reto para la economía global será “restaurar la confianza en los mercados financieros sin obstaculizar la recuperación”. De hecho los pronósticos, sobre todo para la zona euro, están elaborados bajo el supuesto de que se aplicarán las políticas necesarias para restablecer la confianza.
La recomendación del FMI es que los gobiernos se comprometan a “planes creíbles” para reducir sus déficits fiscales en el mediano plazo. Esa recomendación está en línea con el reciente acuerdo del G-20, en el que los países se comprometen a recortar su déficit a la mitad para el 2013.
Finalmente, la política monetaria para los países avanzados permanecerá “muy acomodaticia para el futuro previsible” dado que estiman que la inflación permanecerá deprimida. Esta política monetaria contribuirá a mitigar los impactos sobre el crecimiento de una política fiscal más restrictiva.
Para los países emergentes, las recomendaciones de política monetaria varía de un país a otro, pero estima que aumentarán las tasas en los países con superávits corrientes excesivos, lo que derivará en tipos de cambio más fuertes para esos países.
(El Semanario Agencia, ESA)
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