Jimena Catrón Silo
Si bien la figura final que adoptó el proyecto que fortalece el Sernac es el mejor de los escenarios que se habían planteado en la banca, la industria está inquieta tras las últimas actuaciones públicas de la agencia, las que califican como netamente políticas.
Para altos ejecutivos del sector, no es una casualidad que dos días antes de que se presentara un adelanto del proyecto de ley que le otorga más atribuciones, el Sernac haya publicado el estudio que calificó como "abusivas" algunas cláusulas de los contratos con clientes.
Es por ello que la idea de una agencia con mayores atribuciones, para abarcar al mercado financiero, de telecomunicaciones y transporte, y que se discutirán en el Congreso -en medio de un escenario de utilidades históricas- puede abrir un flanco inesperado que conlleve una regulación más estricta que limite el desarrollo de la banca.
Según explicó una fuente, en la industria se observó con "sorpresa" la polémica por las cláusulas de los contratos, debido a que es la Superintendencia de Bancos la que los norma en el fondo.
"Hay que tener cuidado que si se obliga a que en cada instancia el cliente firme documentos adicionales, el costo de operación puede subir, posibilitando en definitiva que las acciones de bancarización se terminen", explicó el ejecutivo.
Y si bien la Asociación de Bancos tenía cinco días para responder el oficio del Sernac a la invitación de formar una mesa de trabajo para solucionar esta controversia, plazo que se cumplía ayer, fuentes del sector señalaron que no responderían dentro de ese período.
Cabe recordar que entre las características que tendrá este Sernac potenciado que propuso La Moneda, se cuenta que altos funcionarios del Sernac actúen como ministros de fe, para así certificar que se está violando la ley de derechos del consumidor sin tener que acudir con un notario o carabinero, que es como funciona ahora.
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