En efecto, Terpel (que llegó a Chile en 2007 tras adquirir la cadena YPF) anota ventas anuales por US$ 5.132 millones, de los cuales US$ 3.232 millones corresponden a Colombia, US$ 126 millones a Ecuador, US$ 290 millones a Panamá y US$ 1.483 millones a Chile, incluido los US$ 197 millones de Gazel.
Esos US$ 5.132 millones se sumarían a los US$ 6.740 millones que vende Copec Combustibles en Chile. Sin embargo, es muy difícil que las operaciones de Terpel en Chile puedan sumarse definitivamente a las de Copec. De hecho, el holding del grupo Angelini manifestó su intención de prescindir de su participación directa en Terpel Chile.
Fuentes cercanas a la principal distribuidora nacional comentan que la decisión de enajenarla es irrevocable, aunque saben que pasará un tiempo antes de encontrar el interesado dispuesto a gastar lo que, en su minuto, invirtió la propia Terpel cuando se hizo de las unidades de YPF en Chile, por lo que pagó
US$ 210 millones.
Aunque en el mercado el principal interesado sería la estatal brasileña Petrobras, no creen que Copec quiera venderle a su principal rival en el mercado interno. Así, se ve difícil que aparezcan otros interesados, a menos que provengan de otros sectores.
De acuerdo con fuentes del mercado, Copec habría hecho la consulta a la Fiscalía Nacional Económica para ver si existía alguna posibilidad de sumar las actividades de Terpel en Chile. El no fue rotundo.
Apuesta por Colombia
El ingreso de Copec a Terpel es una nueva señal del renovado interés de los privados chilenos por Colombia. Sólo este año LAN anunció una sociedad con AerOasis para ingresar a ese mercado, mientras que Gasco compró en febrero activos en ese país por US$ 17 millones.
DiarioFinanciero.cl
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