El violento terremoto del fin de semana puso en jaque a todo el sistema de comunicaciones del país. Y no sólo por el colapso que sufrieron las redes celulares, sino por los problemas que también asestó a Internet.
Aunque fue una de las tecnologías que se recuperó más rápidamente del fuerte sismo, la centralización de Internet en Santiago plantea un serio debate.
En efecto. La mayoría de los data center de los Internet Service Provider (ISP) que operan en el país, y que permiten a hogares y empresas acceder a la red de redes, se encuentran en la capital. El problema es que casi todo Chile depende de ellos.
El terremoto dañó gravemente algunas máquinas de estos centros (que se construyen bajo normas antisísmicas), lo que se tradujo en que muchas empresas y hogares, por ejemplo, en Antofagasta o Arica, se quedaran sin conexión.
En ese contexto, hay quienes piensan que estos data center deberían estar separados unos de otros, tal como sucede, por ejemplo, en Estados Unidos con el Departamento de Defensa. Y es que ¿qué hubiese pasado si el epicentro hubiese sido en Santiago?
Costo beneficio
El inconveniente es que son demasiado caros. Cada uno de estos gigantescos centros tiene un costo de US$ 30 millones. Según NetGlobalis, éstos necesitan un sistema de climatización distinta al aire acondicionado y una subestación eléctrica debido a la gran cantidad de energía que consumen.
"El problema es estratégico y existe en todo el mundo porque siempre están ubicados en los lugares que son económicamente muy importantes", comenta el académico del Departamento de Ciencias de la Computación de la U. de Chile y director del centro de desarrollo de Yahoo! en Barcelona, Ricardo Baeza.
El profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la UC, Miguel Ríos, va más allá y no cree que esta concentración sea "peligrosa". Estima que las cinco redes de fibra óptica que cruzan desde Arica a Chiloé son suficientes para mantener comunicado al país en caso que los data center no funcionen. "Hay suficiente redundancia como para mantener comunicado al país, independiente de si colapsan los data de Santiago", comenta el experto.
El problema es de las firmas
Y aún hay centros dañados, lo que se traduce en "una Internet" más lenta para todos debido a que el resto de los ISP (conectados a NAP Chile) deben asumir esa carga.
Pero hay daños peores para algunas firmas. Banco Chile y el Ministerio de Obras Públicas son un claro ejemplo. La institución financiera, por ejemplo, no permite a sus clientes hacer transferencias o ver su cartola en línea. Mientras, el MOP tuvo que crear un blog ya que su página no está disponible. El responsable fue Global Crossing, firma que reconoció haber tenido problemas eléctricos en sus data center. Pero no fue el único. Complicaciones en la línea óptica de Entel dejó al sistema de Aduana del aeropuerto desconectado del central.
En ese contexto, Baeza cree que el problema es de las empresas y no de los data center. Para el experto, las firmas para las cuales la información es crítica deberían tener alternativas. "Si soy un banco, lo que tengo que hacer alojar servidores web en más de un data center. El problema no pasa por los data center, es de las empresas que tiene que tomar decisiones que permitan tener este tipo de tolerancia a fallas", asegura.
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