Tras reunirse por cerca de dos horas con sus ministros y algunos subsecretarios, el presidente electo Sebastián Piñera definió cuatro ejes prioritarios para enfrentar las consecuencias del terremoto.
El primer ítem -que incluye la seguridad pública, suministro de agua potable y electricidad-, estará bajo la coordinación del futuro ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Será su par de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien estará a cargo de enfrentar las labores de emergencia productiva, que incluye el funcionamiento de puertos, aeropuertos, restitución del tránsito en las carreteras y restablecimiento de la energía eléctrica.
A cargo del plan de reconstrucción del país estarán los ministros de Salud, Vivienda, Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones y Educación. En tanto, el cuarto eje consistirá en la adecuación del programa de gobierno y planificación macroeconómica que abarca el gasto público, ingresos fiscales y financiamiento del plan de reconstrucción.
Piñera agregó que "en las próximas horas o días" designará a los futuros intendentes, nombramientos en los cuales priorizará "a las regiones más afectadas por el terremoto".
Dijo también que en las próximas autoridades se incorporarán a los equipos de emergencia que hoy operan junto al actual gobierno. Y agregó que se encuentran evaluando la posibilidad de "extender el estado de catástrofe a otras regiones" en su administración.
Lo que haga o deje de hacer Piñera una vez en el poder, será el principal desafío político de su gobierno, advirtió el diario británico Financial Times en su editorial del martes. "El primer presidente de derecha chileno representa a grupos que todavía son vistos con aprensión por muchos chilenos. Si se ve que su manejo de la reconstrucción favorece más a estos intereses o deja atrás a los más afectados, arriesga abrir las heridas que todavía duelen al cuerpo político chileno. Los terremotos podrán ser actos de Dios, pero también son siempre eventos políticos".
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