El terremoto y el inestable ambiente que se ha creado con posterioridad ha provocado una merma no menor en la productividad de las empresas, tanto por problemas logísticos como por otros relativos al estado emocional de los trabajadores. Alejandra Aranda, socia de Humanitas Executive Search, es enfática al sostener que esta catástrofe ha provocado en el país un impacto aún mayor al que tuvo la crisis económica en el ánimo de los profesionales, pues aunque ésta también fue un escenario crítico sus efectos más severos en términos de inestabilidad laboral estuvieron acotados a ciertos sectores productivos.
En este escenario, los líderes de cada empresa están llamados a asumir un rol visible y proactivo, siendo ellos los encargados de transmitir normalidad y de recibir las inquietudes y demandas de los trabajadores.
"Debe demostrar claridad en las pautas a seguir por parte de los trabajadores y entregar un equilibrio entre lo racional y lo emocional. Además de ser empático y receptivo frente a los planteamientos de los miembros de la compañía, debe trabajar en el reforzamiento de los plazos, metas y desafíos que se había impuesto la compañía desde principios de año", señala Alejandra Aranda.
Las primeras tareas que las empresas deben abordar en esta materia dicen relación con evaluar el impacto real que tuvo el terremoto entre sus miembros, sobre todo una vez que ya se hicieron los análisis preliminares de los daños que puede haber en la infraestructura de la compañía.
"Las empresas deben utilizar todos los canales de comunicación interna para transmitir tranquilidad y entregar mensajes positivos que suban el ánimo de los trabajadores y los distraiga de la saturación mediática sobre la catástrofe", apunta Aranda.
Dar señales de continuidad
Un aspecto importante es tratar de mantener los proyectos y programas anuales predefinidos, para dar continuidad al trabajo que se estaba realizando, como una forma de motivar a los trabajadores a retomar la rutina.
Sin embargo, advierte Alejandra Aranda, se debe tener ciertos criterios de flexibilidad en términos de horarios y permisos, especialmente para los trabajadores afectados. "Si es necesario, se deberán formular incentivos económicos y no económicos para lograr una reestimulación de los trabajadores. Incluso apoyo psicológico a quienes así lo requieran y asesorías para quienes lo necesiten", afirma.
Para el gerente general de Meta4, Roger Marulle, una buena ayuda sería establecer metas de corto plazo a los trabajadores o equipos, con el fin de ir avanzando en el normal desarrollo del trabajo. Incluso, la adquisición de equipos de apoyo como generadores eléctricos y la tercerización de la producción, son señales de continuidad del negocio que contribuirán a un clima positivo y a transmitir confianza a los empleados, comenta Lucy Krell, partner de Heidrick & Struggles.
Pero cuidado, los expertos dicen que extender demasiado estos escenarios de adversidad pueden terminar jugando en contra de los objetivos cuando la empresa se ponga en marcha.
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