"Vamos a necesitar concurrir, sin duda, a organismos internacionales". Así de tajante fue la presidenta Michelle Bachelet en una entrevista radial ayer, al momento de abordar cómo se solventarán los recursos que sean necesarios para la reconstrucción de las zonas afectadas por la catástrofe.
Es que a los instrumentos que anticipaba el mercado y que apuntaban básicamente a repatriar recursos del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) tal como hizo en 2009 para enfrentar la crisis o, bien, emitir deuda en el mercado local -o un mix de ambos- se sumó una nueva opción: abrir una línea de crédito con algún organismo internacional.
Tanto es así, que durante la tarde de ayer, durante una visita en Bío Bío, Bachelet reconoció que "tenemos recursos para la emergencia, pero para la reconstrucción vamos a requerir apoyos internacionales y es por eso que ya el ministro de Hacienda está haciendo contactos con organismos internacionales, porque en su momento habrá que pedir un crédito en condiciones favorables, fáciles y adecuadas dada la magnitud y el tipo de catástrofe que tenemos", aseveró.
De hecho, este sábado llegará a Chile una misión del Banco Mundial. El objetivo, según aseveró Pedro Alba, director de la entidad, es colaborar tanto con el gobierno como con las autoridades electas y que "en ambos casos hemos ofrecido total colaboración tanto técnica como financiera, en base a la experiencia acumulada en gestión de desastres", puntualizó.
La decisión final quedaría en manos de la administración de Sebastián Piñera, dado el inminente cambio de mando el jueves.
En el entorno del próximo presidente, dicho instrumento es mirado con buenos ojos, aprovechando que "Chile tiene un nivel de deuda tan bajo, que sería bueno endeudarse y mantener, como cualquier familia, dinero en la cuenta de ahorro", aseveran, aludiendo a una eventual repatriación de activos acumulados en el FEES que deberían liquidarse en el mercado local.
De hecho, agregan que "si bien es cierto hay plata, pero, ¿para qué gastar estos ahorros si hay otras fórmulas de financiamiento? Si nos gastáramos todo el FEES presionaría al tipo de cambio, por ende, hay que armar el puzzle de la forma que genere menos impactos negativos".
A esto hay que sumar que las medidas tributarias adoptadas por el Servicio de Impuestos Internos (SII), de postergar el pago de contribuciones e IVA en las zonas afectadas y otras exenciones que eventualmente se podrían adoptar, afectará los flujos de caja del Fisco durante todo el presente ejercicio, lo que impactará la asignación de recursos para la reconstrucción, ya que de acuerdo a los cálculos de LarrainVial el impacto agregado bruto del terremoto es de US$ 2,57 billones, o sea, -1,6% del PIB, concentrado en la Región del Biobío.
Evitar efectos colaterales
La contratación de un crédito internacional también es bien evaluado por el mercado.
Esto, porque tanto la emisión de deuda local como la repatriación de recursos tienen efectos colaterales negativos para la economía, como el alza de tasas en el primer caso, o la baja del tipo de cambio por la liquidación de dólares ya mencionada.
Según el economista de Gemines, Alejandro Fernández, se trata de "gasto para infraestructura con un horizonte de largo plazo que debiera financiarse con deuda y para no afectar al mercado interno que va a enfrentar la demanda de crédito de los privados y presionar las tasas de interés".
Otro efecto negativo, agrega Rodrigo Aravena de BanChile, es que un eventual aumento de las tasas largas "podría frenar el impulso del sector inmobiliario y la construcción".
Ahora bien, respecto de la liquidación de dólares, Tanto Aravena como Fernández consideran que no es conveniente agotar los recursos ahorrados en el FEES a demasiada velocidad, que tienen como objetivo un uso contracíclico.
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