2010/03/15

Advierten que Argentina enfrenta peor crisis institucional en 27 años

El conflicto político que vive hoy el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina con los poderes Legislativo y Judicial, tiene sumida a la administración en una crisis institucional que, según analistas, sería la peor en 27 años. Esto empeora el panorama en momentos en que una fragmentada oposición compite por las elecciones presidenciales del próximo año.

La semana pasada, el Senado argentino dejó pendiente para este miércoles su votación sobre el nombramiento de Mercedes Marcó del Pont como presidenta del Banco Central después que la oposición no tuviera el quórum suficiente para dar el debate. Su nombramiento es sólo parte de un conflicto que comenzó con el decreto firmado por Cristina Fernández para utilizar las reservas del Banco Central para pagar la deuda pública, y que culminó con la salida del ex titular del emisor, Martín Redrado, y con el gobierno recurriendo a la Justicia. El gobierno busca concretar un demorado canje de deuda impaga por US$ 20.000 millones, apuntando a volver al mercado de crédito.



Debilidad institucional

A pesar de que el gobierno de Cristina Fernández había enfrentado fuertes conflictos políticos, como la crisis del campo en 2008, algunos definen como punto inicial de la crisis institucional la derrota del partido de gobierno en las elecciones legislativas de junio pasado, que marcó la pérdida de la mayoría del gobierno en la Cámara de Diputados.

"Argentina vive la mayor crisis institucional desde el restablecimiento de la democracia en 1983", alertó el director del centro de estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo Fraga. Si bien el analista afirma que no es un hecho nuevo que un gobierno pierda el poder tras ser derrotado en la elección de mitad de período en el Congreso, "lo inédito es el grado de enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo por un lado, y el Legislativo y Judicial por el otro", resume.

En medio de la crisis institucional, incluso salió a intervenir la Iglesia católica, que la semana pasada solicitó una audiencia con la presidenta para llamarla a "recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males".

Según analistas, si los poderes Legislativo y Judicial no demuestran que el ejercicio del poder por parte del Ejecutivo debe tener límite, Argentina entrará en una zona peligrosa. "No sólo porque la institucionalidad ha sido vulnerada, sino porque ello sucede en un contexto político en el cual el gobierno ha perdido el consenso, como lo demostró la elección legislativa y lo corroboran los sondeos de opinión", explica Fraga.

Por el contrario, el consultor trasandino Felipe Noguera afirma que la actual crisis puede no significar que las instituciones se están debilitando, sino que están tratando de fortalecerse. "Venimos de muchos años de debilitamiento institucional", advierte. "Lo que vemos ahora es que otras instituciones están empezando a querer que se sienta su peso, en este caso, es el Congreso. Entonces el conflicto aparece no como una señal de debilitamiento de las instituciones, sino como un intento de fortalecerlas", afirma.

Atomización de la oposición

Con esta crisis como telón de fondo se realizarán las elecciones presidenciales el 23 de octubre de 2011. Aunque hace unos meses la oposición parecía unida, la renovada polarización podría amenazar la opción de una alternativa al matrimonio K. "Estamos dispuestos a gobernar hasta el 2020", afirmó el ex presidente Néstor Kirchner la semana pasada, al retomar la presidencia del Partido Justicialista.

Pero el panorama no parece fácil para la familia Kirchner. Hace algunas semanas, la mandataria sugirió la posibilidad de adelantar las elecciones presidenciales, tal como lo hizo el año pasado con las legislativas, con el objetivo de reducir su desgaste político. Esto, en momentos en que una nueva encuesta reveló que Néstor Kirchner, el principal rostro del oficialismo, es el dirigente con peor imagen en la provincia de Buenos Aires, distrito habitualmente peronista, y que además agrupa el porcentaje más alto de votos y define la competencia a nivel nacional. Según la encuesta realizada por Poliarquía Consultores, Kirchner tiene una imagen negativa de 61% y una positiva del 37%, seguido por el ex presidente Eduardo Duhalde (del PJ disidente) y Elisa Carrió, diputada por el opositor Acuerdo Cívico y Social, ambos posibles candidatos a la presidencia. Pero cuando la medición apunta a la intención de voto presidencial, Kirchner figura un punto por debajo del actual vicepresidente Julio Cobos y Mauricio Macri, actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

"La oposición fragmentada le da tiempo a los Kirchner para seguir aprobando leyes y decretos, pero es difícil que eso desemboque en un regreso a una alta popularidad y apoyo", dijo Noguera a DF. "Lo que vemos es una especie de lenta implosión del kirchnerismo. Lentamente ese modelo todopoderoso va perdiendo poder, pero lo que todavía no está claro es cuáles son las opciones que ocuparían su lugar".

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