El hincapié está en innovar y crear nuevas directrices, dicen los expertos
Paulina Orellana Y.
Con el pasar del tiempo, ser líder de una organización se ha vuelto una tarea más ardua y compleja. Así como va mutando el mercado laboral también lo hacen las generaciones de ejecutivos que actualmente conforman una nueva camada de profesionales con características bien definidas: en su mayoría talentosos, con motivaciones y prioridades diferentes, y con una forma de percibir el trabajo distinta.
Para hacer frente a este nuevo desafío, a juicio de los expertos se debe crear y desarrollar un nuevo estilo de jefatura conocido como "Liderazgo Zero".
Esta tendencia, dicen los especialistas, responde a la actual crisis de poder que existe al interior de las empresas, donde índices como la fuga de talentos o la baja en productividad son temas no resueltos.
Se trata de un líder innovador, dotado con mayores habilidades blandas y que impone un estilo nuevo de mando, orientado más a la cercanía con sus trabajadores, causando -en muchas oportunidades- una verdadera revolución en la compañía.
"Habrá que comenzar de cero, ya que con esta nueva generación quedaron por el suelo todos los tips o claves que existían", explica la gerenta general de Everis Chile, Patricia García.
La ejecutiva agrega que el hincapié está en innovar y en crear nuevas directrices.
Otras de las cualidades de estos nuevos profesionales es que son inquietos y se aburren fácilmente, prefieren resolver problemas interesantes antes que complacer a sus jefes, "no quieren hacer lo que les ordena la burocracia y siempre habrá otras empresas que los estén persiguiendo", dice García.
Por lo tanto, acota, la apuesta está en ejercer un mando cercano y flexible.
Creatividad y negociación
Leslie Cooper, socia y directora ejecutiva de HK Human Capital, explica que el liderazgo tendrá que orientarse a la negociación, la capacidad de creación e innovación, y así mantener a los nuevos ejecutivos motivados y tranquilos.
"Como líder se debe aprender a ceder en ciertos temas y, a la vez, estar constantemente pensando en nuevos proyectos para llamar su atención y así retenerlos si son brillantes", señala la ejecutiva.
El jefe tendrá que lograr un involucramiento mayor con sus empleados, acota García, argumentando que "no se puede esperar a que la gente se aproxime, sino que es tarea del líder estrechar lazos, salir y conocer a sus empleados, con sus gustos, motivaciones, problemas y preocupaciones", dice.
En opinión de García esta nueva generación necesita un grado mayor de atención y protección organizacional, así como también libertad de acción, ya que les molesta sentirse dirigidos.
"Para ellos es normal exponer sus vidas a terceros, tienen un concepto distinto de lo que es amistad y de las relaciones, y así mismo del trabajo. Entonces estamos frente a algo nuevo, hay desconocimiento respecto al tema, ya que también hay que hacerlos entender y tratar de conjugar sus prioridades e inquietudes con las de la empresa", sostiene.
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