Isabel Ramos Jeldres
Los ministros europeos de Finanzas aumentaron la presión sobre Grecia para que controle su déficit fiscal, pero rehusaron especificar los detalles de la ayuda que comprometieron la semana pasada, mientras el gobierno griego aseguró que estaba por delante del calendario de sus metas de reducción del déficit.
"Podemos ayudar a Grecia a superar las dificultades si Grecia está dispuesta a ayudarse a sí misma con acciones determinadas", dijo el Comisionado de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, cuando terminó la reunión de los titulares de Finanzas de la Unión Europea, que sigue a la cumbre que realizaron el lunes los ministros de la eurozona.
Un equipo de funcionarios de la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y delegados del Fondo Monetario Internacional (FMI) viajarán a Atenas en los próximos días "para verificar la implementación y resultados de las medidas anunciadas en el programa de estabilidad", anunció Rehn.
Los ministros dieron a Grecia un mes de plazo para preparar nuevas medidas para reducir su déficit. Estas iniciativas deberán ser aplicadas en caso de que el gobierno no sea capaz de mostrar suficiente progreso antes de la revisión que se realizará el 16 de marzo.
Entre otras medidas, las autoridades europeas demandan un aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), un nuevo impuesto a los bienes de lujo, mayores tributos a los productos energéticos y recortes en el gasto de capital.
Avances en austeridad
Luego de comprometer ayuda financiera la semana pasada, las autoridades demandan garantías de que el gobierno será capaz de cumplir su meta de reducción del déficit de 12,7% del Producto Interno Bruto el año pasado a 8,7% este año, para luego quedar bajo la meta de 3% de la Unión Europea en 2012.
Los ministros de Finanzas de Alemania, Austria y Suecia lideraron la carga. El viceministro alemán, Joerg Asmussen, dijo que Grecia debería imitar a Irlanda y Letonia, dos de las cuales están recortando el gasto y los sueldos de modo brutal. "Dejamos claro que la pelota está en la cancha griega", afirmó. "Se necesitan medidas adicionales".
Sin embargo, el ministro griego de Finanzas, George Papaconstantinou, se defendió argumentando que su país está por delante de sus propias metas de reducción de déficit y no requerirá un rescate de la Unión Europea. "Grecia no pidió un rescate", enfatizó.
El gobierno reportó la semana pasada que el déficit bajó 40% en enero, frente a 2009, debido a los ingresos provenientes de nuevos impuestos y a la caída del gasto.
Pese a que no se entregaron detalles del plan de ayuda, el presidente del grupo de ministros de Finanzas de la eurozona, Jean-Claude Juncker, adelantó que la asistencia, si se materializa, tomaría probablemente la forma de préstamos bilaterales o garantías de gobiernos individuales.
De todos modos, la falta de claridad sobre el rescate, así como el escepticismo sobre los esfuerzos del gobierno griego, decepcionaron a los inversionistas.
Pronta investigación
La Unión Europea ordenó al país que entregue información sobre las transacciones de swaps de divisas que habría usado para enmascarar la extensión de su déficit antes del 19 de febrero. Además, no se descartó que la investigación se extienda a otros países de la región.
Atenas habría recurrido a Goldman Sachs y otros bancos de Wall Street para postergar los pagos de intereses en varios años.
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