Las tensiones comerciales entre Brasil y Argentina siguieron escalando luego que el gobierno de Cristina Fernández anunciara que adoptará medidas firmes para defender el empleo y la producción local frente a las restricciones a las importaciones impuestas por Brasil.
Las disputas comerciales se intensificaron en las últimas semanas debido a la retención de camiones argentinos con productos perecederos en la frontera con Brasil, país que comenzó a exigir licencias a compras externas.
“El gobierno tomará todas las acciones necesarias. Las medidas (de Brasil) tendrán la intervención que corresponde”, dijo a Reuters la ministra de Industria y Turismo de Argentina, Débora Giorgi, sin entregar más detalles.
La funcionaria afirmó que la presidenta de Argentina adoptaría las medidas en los próximos días.Harinas, peras, manzanas, ajos, cebollas y vinos argentinos sufrieron trabas para ingresar al mayor mercado regional, medida que derivó en una reciente convocatoria de la cancillería argentina al embajador de Brasilia en Buenos Aires.
Funcionarios brasileños, por su parte, aseguran que Argentina exige licencias de importación cuyos plazos de aprobación exceden los 60 días autorizados por la Organización Mundial de Comercio (OMC), llegando en algunos casos a 180 días.
Esas medidas, indicaron, habrían perjudicado el ingreso a Argentina de textiles, calzado y muebles de Brasil.“No tenemos licencias de 150 ni de 180 días para productos de Brasil ni de ningún origen”, respondió Giorgi.
La funcionaria negó además el “desvío de comercio” en importaciones argentinas que haya beneficiado productos asiáticos por sobre los fabricados en Brasil.
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