Durante los periodos económicos de crecimiento y prosperidad, las empresas se enfocan principalmente en generar ingresos, tienen presupuestos generosos y los procesos de aprobación de inversiones son simples. En cambio, cuando hay crisis la norma es implementar acciones para controlar los recursos e inversiones, coinciden los máximos ejecutivos de las compañías, tanto a nivel internacional como local.
Sin embargo, la historia de crisis pasadas enseña que pilotear una empresa en época de turbulencia implica mucho más que preocuparse de reducir gastos, pues estas coyunturas son una oportunidad de preparar a la organización para el futuro, de forma que pueda emerger con claras ventajas competitivas, opina Álvaro Espejo, docente de la escuela de negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.Según los expertos, este es el momento de buscar una nueva idea de liderazgo, dejando atrás las clasificaciones que hablan de líderes democráticos, autoritarios o coercitivos, entre otros.De hecho, las empresas ya están girando hacia un estilo de liderazgo transcendente y transformacional, afirma Leslie Cooper, directora ejecutiva de HK Human Capital.
Explica que se trata de un líder que, lejos de buscar el beneficio personal, tiene como fin el beneficio de la organización, moviliza a su equipo y alinea los propósitos de los empleados con los de la empresa, explica.Pía Ramírez, directora de people advisory services de KPMG, agrega que la creatividad y la flexibilidad son competencias que hoy ayudan a que las organizaciones enfrenten de mejor forma la crisis."La clave está en que el líder posea inteligencia emocional, pues las herramientas para sacar a flote un negocio se relacionan directamente con su capacidad como líder, más que en la viabilidad económica o las herramientas financieras que disponga. Tiene que incentivar y entender hacia dónde apunta el cambio", acota.
Desde el punto de vista de gestión del talento, debe ser realista y enfrentar las preocupaciones de los empleados, añade Ramírez. "Transmitir claramente qué acciones está implementando la compañía para superar la situación actual, presentando no sólo una visión para los siguientes tres meses, sino para los próximos años", explica. Ideas preconcebidasEl principal obstáculo en esta materia radica en creer que, en momentos de crisis, la empresa continuará siendo efectiva y que las habilidades y técnicas que son exitosas en un ambiente económico de crecimiento, son también adecuadas en la gestión de las crisis.
En esas etapas el liderazgo se hace realmente crítico, a juicio de John Byrne, managing director de Boyden."En la adversidad se prueban los fundamentos creados en épocas de normalidad y es cuando el líder debe ser capaz de navegar en aguas tormentosas, al tiempo que aprovecha las oportunidades existentes", sostiene.
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