Equipo Reportajes
Nada personal. Tal como reza el ochentero himno de Soda Stereo, la distante y antagónica relación entre las cadenas de farmacias, corre por un carril distinto a la interacción “personal” que puedan tener los controladores de ambas cadenas. O al menos, así debería de ser.
Hasta 1992, las aguas entre las dos principales cadenas de farmacias de la época, Ahumada y Cruz Verde, se mantuvieron tranquilas. Pero a partir de ese año, el apacible escenario que reinaba entre ambas se alteró: Ahumada irrumpía con locales en la Quinta Región, cuna de la familia Harding.
La respuesta no se hizo esperar. Antes del cierre de fin de año, el estilo combativo de Harding quedó demostrado con la apertura de 16 locales Cruz Verde en Santiago, compitiendo con las mejores ubicaciones de Ahumada.
A partir de ese momento, José Codner (FASA) y Guillermo Harding (Cruz Verde) - quienes nunca habían sido amigos, pero tampoco rivales-, iniciaron una disputa comercial que dio vuelta el mapa de la venta de remedios en el país, que cambió por completo el escenario de competencia entre las farmacias, y que hoy vive su episodio más virulento, luego que FASA reconociera que hubo colusión entre los tres actores. Pero antes de eso, mucha agua corrió bajo el puente.
Se suma Salcobrand
Con el correr de los años, mientras Ahumada se fortalecía en regiones y Cruz Verde hacía lo propio en Santiago, el mercado farmacéutico nacional seguía tranquilo, aunque estos dos gigantes comenzaban a gestar una competencia sin precedentes.
Con el fin del milenio, la lucha por las mejores ubicaciones y por captar más clientes, llevó incluso a que surgiera un tercer actor desafiante, producto de la fusión entre Salco -de las familias Colodro, Weinstein y Bitran-, y Brand, de los Selman.
Según recuerda un ex accionista de Salcobrand, una de las razones por las cuales ambos clanes decidieron fusionarse fue la guerra que comenzaba a vivirse en la industria. Como relata esta fuente, hubiese sido insostenible para Salco mantenerse en el tiempo. Siete años más tarde, en abril de 2007, las familias que componían SB decidieron vender, agobiadas por la poca rentabilidad del negocio, debido a la guerra a la cual los habían arrastrado Cruz Verde y Ahumada, pero también a una pugna interna entre los socios.
Otro director de la época de esta misma cadena, agrega: “habían descuentos todos los días, y los márgenes cayeron dramáticamente por muchos años. Nosotros nos fuimos de la propiedad en plena guerra de precios, vendimos cuando había una situación de competencia feroz. Era un negocio muy estrecho y no se podía ceder porque desaparecías”.
Sin embargo, su aparición tardía en esta contienda, no deja a Salcobrand en pie de testigo. Muy por el contrario; según la confesión de Farmacias Ahumada de mediados de marzo, en la mayoría de las oportunidades ha sido esta cadena la que ha iniciado los cambios en los precios de los medicamentos.
¿Tres son multitud?
A fines de 2004, año en que Cruz Verde superó a FASA en participación de mercado, dio el primer en la guerra de precios, al anunciar rebaja de 25% en sus precios, los lunes. Acto seguido, se sumaron FASA y Salcobrand, aunque la primera, se desmarcó rápidamente. Las razones habrían sido dos. Por un lado evitar que sus márgenes cayeran aún más, privilegiando el largo plazo, con la rebaja de algunos precios de medicamentos para enfermedades crónicas, y de paso evitar cualquier sospecha de colusión por parte de la autoridad, que ya los había investigado en la década anterior (ver recuadro).
Sin embargo, su retiro no fue pasivo: en un acto que aún recuerdan en Cruz Verde, la compañía ligada a los Codner y Falabella comenzó a publicar las boletas de ambas empresas, para mostrar que su cadena tenía los precios más bajos. Tres años más tarde, Cruz Verde devolvió la mano, publicando listas de precios, que llevaron a FASA a llevar este caso a la justicia.
El caso aún no está zanjado. Fasa exige el pago de US$ 15 millones por supuestos daños que habría sufrido Farmacias Ahumada por la publicidad comparativa realizada por la tienda de Harding.En este caso hasta el Sernac se hizo parte, pidiendo multas de hasta $ 25 millones para cada empresa, debido a la confusión que habría generado entre los consumidores esta supuesta publicidad comparativa.
Y es que claramente han sido estas dos empresas las que han liderado esta guerra. Tanto es así que la política de FASA hasta ahora era ser seguidora de precios de la cadena de los Harding, que ha actuado en este mercado impulsando los precios a la baja. Hoy tiene un 40% del mercado y supera con creces a su competencia en número de locales. Un liderazgo que, señalan en FASA, se explica porque ellos iniciaron un camino diferente a sus competidores chilenos, el de la internacionalización.
De hecho, están en Perú y México,y parte de sus ingresos los explican estas dos plazas. Pero si la guerra de precios había sido, hasta ahora, la única muestra por la cual se han enfrentado las cadenas, pronto se sumarían más motivos. La tarjeta y la píldoraHacia fines de 2006, la alianza entre D&S y Farmacias Ahumada para que esta última administrara los más de 70 locales que los Ibáñez tenían bajo el formato Farmalider, gatilló una nueva escaramuza.La alianza, negociada por meses, además incluía que el plástico de Lider se usase en toda la cadena, desplazando de su sitial de exclusividad a CMR de Falabella.Ello llevó, recuerdan en FASA, a que el equipo gerencial de Cruz Verde tomara contactos con Falabella (accionista de Ahumada), para usar el plástico de los Solari en sus tiendas.
¿El resultado?
Un leve impasse entre ambas cadenas, que rápidamente fue solucionado.Poco después, Salcobrand saldría al baile, aunque por otro motivo: en octubre de 2007, luego de intensos debates valóricos, quedaron en evidencia las diferentes posturas respecto a la venta de la píldora del día después. Aunque en algún momento ninguna de las tres cadenas la vendió, pronto se descolgaron Ahumada y Cruz Verde. Fue la última batalla pública de las farmacias. La guerra de precios iniciada a fines de 2004 fue abandonada poco a poco por todos los actores, dando así espacio a una aparente tregua que fue "interrumpida" esta semana y que desde ahora no sólo estará centrada en los precios. .
La otra colusión
La conciliación realizada entre la Fiscalía Nacional Económica (FNE) y FASA está lejos de ser el primer desmarque en un supuesto acuerdo o colusión entre las farmacias.A pesar de que en esta oportunidad al interior de Cruz Verde se manifiestan extrañados con la actitud de FASA, al involucrarlos en el “cartel farmacéutico”, lo cierto es que hace 15 años fueron ellos los que decidieron poner fin a una concertación de precios en la industria de ese entonces.Luego de dos años de investigaciones, iniciadas en 1993, el gerente general de la época de Cruz Verde, Jorge Brenner, declaró ante la Comisión de Economía de la Cámara Baja que existía un acuerdo entre Ahumada y Salco para mantener cierto nivel de precios.Ello derivó en multas para las involucradas, y una sanción menor en lo económico para la que, en ese entonces, ofició de delatora: Cruz Verde.
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