2009/02/17

Obama nombra a equipo encabezado por Geithner para ayudar a GM y Chrysler

A un día de la presentación de los planes de reestructuración de General Motors y Chrysler, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abandonó ayer la idea de no nombrar a un “zar automovilístico”, y en su lugar dio a conocer a un equipo de trabajo para ayudar a la alicaída industria automotriz estadounidense a sobrevivir.

El mandatario anunció ayer al secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y al asesor económico de la Casa Blanca, Lawrence Summers, para encabezar un grupo para reformar la industria automotriz estadounidense.

Ron Bloom, asesor del sindicato United Steelworkers y ex vicepresidente de Lazard, se unirá también al equipo. Timothy Geithner estaría a cargo de supervisar los préstamos de rescate a las automotrices, además de actuar como co-director de un nuevo panel de alto nivel, cargo que compartiría con el asesor económico de la Casa Blanca, Lawrence Summers.

De esta forma, Obama desechó la idea de contar con sólo un personero con poderes para realizar la políticamente sensible tarea de modernizar al sector automotor, que hasta hace poco era uno de los más importantes del país.

“El enfoque que la administración ha establecido provee una gran cantidad de experiencia que cruza un número de agencias y departamentos gubernamentales”, dijo el secretario de Prensa, Robert Gibbs. Geithner y Summers coordinarán respuestas “que incluyen Energía y Transportes, además del equipo económico”, agregó.



Hoy entregan planes

General Motors y Chrysler deben entregar sus planes de reestructuración hoy, mostrando que pueden ser viables luego de recibir US$ 13.400 millones en ayuda de emergencia en las semanas finales de la administración Bush.

Ayer se redoblaron las negociaciones entre GM y el sindicato United Auto Workers (UAW), para lograr un acuerdo que le permita a la automotriz entregar su plan de reestructuración al gobierno. Las conversaciones se retomaron el domingo, luego de que se quebraran el viernes por diferencias entre las dos partes.

GM debe al sindicato cerca de US$ 20 mil millones, de un fondo de salud para jubilados. UAW ha recibido presiones para aceptar la mitad de esa deuda en acciones en una compañía recapitalizada bajo los términos del rescate de GM. Pero esta firma no es la única. Chrysler también ha tenido dificultades para negociar con el sindicato.

General Motors también continuó las conversaciones con los acreedores para que acepten una reducción de dos tercios en el valor de sus participaciones a cambio de acciones.



GM arriesga quiebra

Si GM no logra ganar acuerdos para reducir la deuda y los costos, la compañía deberá pedir mayor ayuda del gobierno o será forzada a considerar la quiebra. La bancarrota de la firma se traduciría en miles de despidos, justo cuando la Casa Blanca se enfoca en tratar de sacar a la economía de una recesión más profunda.

Automotive News Europe reportó ayer que la empresa evalúa el cierre o venta de cuatro plantas en Europa. El vocero de General Motors, Nelson Silveira, declinó referirse al tema.

Personas familiares con la situación de la firma dijeron a Bloomberg que la caída en las ventas automotrices ha aumentado el consumo de dinero por parte de GM, por lo que necesitará ayuda adicional para sobrevivir.

El monto total que la automotriz de Detroit podría pedir superaría los US$ 18 mil millones que GM buscaba en su apelación al gobierno el 2 de diciembre.

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