En 2007, la inmobiliaria y constructora Terracota relanzó la Galería Drugstore con una inversión cercana a los US$ 600 mil para construir el nivel subterráneo del lugar y la marquesina de vidrio de la fachada. Además, se modernizaron los 51 locales existentes y se sumaron otros 20, coexistiendo en la actualidad cafés, restaurantes, joyerías, librerías, servicios, tiendas de vestuario, belleza, decoración, accesorios y calzado.
A casi dos años de esa apuesta, la mayoría de los 71 negocios que hoy se distribuyen entre el subterráneo y el primer piso del inmueble, construido en la década del ‘70, saca cuentas alegres: cerraron 2008 con un crecimiento de 20% en sus ventas, proyectando aumentar en 15% la facturación de este año.
Ello, a pesar de que en general, la afluencia de público continúa siendo baja para muchos locatarios, ya que son alrededor de doce las compras que tienen como promedio diariamente.
Claudia Hola, dueña de la tienda de ropa y calzado Beho, explica que tal situación responde a que “el Drugstore tiene más bien un concepto de exclusividad, por lo que no hay un flujo de gente tan grande como en un mall”.
Sólo los cafés han logrado escapar a esta tendencia, pues el flujo de clientes que los visita es mucho mayor que el promedio, acercándose fácilmente a las 200 personas por día.
Las tiendas por dentro
Pese al alto número de locales, la competencia “es bastante leal pues aunque estamos en el mismo sector, nos complementamos ofreciendo distintas alternativas y armando una oferta súper atractiva para la gente”, sostiene Verónica Silva, dueña de la joyería del mismo nombre que vende entre 300 y 350 artículos de orfebrería al año, sin contar diciembre.
Prueba de que a gran parte de los empresarios que se han instalado en la Galería les ha ido bien, son los planes de expansión que muchos de ellos manifiestan.
La idea es abrir nuevos locales fuera del Drugstore y así llegar a un mayor número de clientes.
Es el caso de De Té&Café, cuyo dueño, José Manuel Correa, planea proyectarse a un público de oficina de nivel más ejecutivo. Para ello, “queremos abrir un segundo y tercer local en marzo y octubre del próximo año”, acota.
Sin embargo, los planes de expansión no forman parte de todos los locatarios. Otros, considerando el concepto de exclusividad que acompaña al lugar, pretenden posicionar sus marcas en el mercado.
Así lo asegura uno de los dueños de la tienda de ropa masculina Lust For Life, José Bañados, quien sostiene que “nuestras expectativas van principalmente por el lado de destacar nuestros productos, ya que la idea es resaltar la marca de la ropa y enfocarnos en realizar algo distinto y con identidad”.
Para muchos de los propietarios de estos locales, el futuro del Drugstore se ve auspicioso, si es que se sigue manejando de la manera en que se ha hecho hasta ahora. “A pesar de que creo que se puede potenciar más, le auguro un buen porvenir a la Galería”, dice la dueña de la tienda Besa, Sandra Bosarelli.
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