Que las crisis generan oportunidades, es algo que sabe bien Eduardo Ferri, gerente general y dueño de Ferripaldi, empresa que hace 30 años se dedica a la venta de accesorios para automóviles y que prepara la apertura del primer local dentro del Mall Paseo Los Dominicos.
Con un presupuesto de $ 53 millones sólo para construir, sin contar implementación ni mercadería, esta inversión es un gran riesgo para Ferri, quien cuenta con un local en el barrio 10 de Julio, Movicenter y Autoplaza, pues explica que desconoce el funcionamiento del negocio en un mall. Sin embargo, sostiene que “la crisis es una ventaja porque la gente deja de renovar el auto e invierte en un modelo de pocos años, comprando accesorios”.
Con una industria automotriz deprimida, Ferripaldi registró ventas netas por
$ 2.100 millones en 2008, 20% más que el año anterior. Y si bien la venta al detalle representa el 40% de la facturación, pretende potenciarla porque “permite testear todos los productos y dejar márgenes mayores que la venta mayorista”.
Así, el empresario proyecta un alza de 6% en este último nicho y de 40% en las tiendas para 2009. Además, tiene en carpeta la apertura de otras dos tiendas este año.
De una anécdota
De China, Estados Unidos, Argentina, Checoslovaquia, España y Corea viene la mayor parte de los productos de Ferripaldi, nombre que surgió de una anécdota, hace 30 años. “Yo tenía una citroneta, el único auto que usábamos para salir con mis amigos. Se subían seis y como apenas andaba, uno golpeaba la puerta gritando ‘vamos Ferripaldi’, por Emerson Fittipaldi”, recuerda Ferri.
Fue en la década pasada cuando entraron fuerte al mercado y hoy, además de sus tres locales, tienen presencia en supermercados, cadenas de retail y ferreterías.
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