Pesimismo y preocupación. Esa fue la sensación que primó ayer en el mercado luego de conocerse las malas noticias sobre el desempeño de los principales sectores productivos y por el nuevo salto en la desocupación.
De acuerdo a los datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la industria mostró un baja anualizada de 2,4%, muy por debajo a lo esperado por el mercado, que apostaba por un incremento cercano al 3%.
Esta cifra es la mayor caída del sector manufacturero desde septiembre de 2006, cuando la economía mostró uno de los trimestres más débiles de los últimos años.
A esto, se suma el nuevo retroceso observado en la producción minera, de 6,1%, lo que constituye la tercera baja consecutiva de ese rubro y la cuarta en los cinco primeros meses del año.
Estas magras cifras en dos de los sectores más importantes del país, están teniendo efectos en otros indicadores, como el empleo. De hecho, en el trimestre marzo-mayo, los puestos de trabajo del sector industrial anotaron una caída de 1,2%, la mayor en tres años.
Este panorama echó por tierra todas las estimaciones del mercado y vuelve a poner la luz de alerta sobre la actividad en 2008.
Razones y lo que viene
La principal causa de las malas cifras de producción en los últimos meses ha sido la crisis del sector energético, por la sequía, los cortes de gas y el precio del petróleo.
Sin embargo, en mayo hubo un factor adicional que condicionó el crecimiento: el conflicto laboral en Codelco.
Las tomas y huelgas de los trabajadores subcontratistas de la estatal no sólo fueron responsables directos de la caída en el sector minero, sino que también tuvieron efectos en la industria, por la menor producción de insumos y de bienes asociados a la minería.
Así, los expertos estiman que el primer semestre de este año cerrará con un crecimiento cercano a 3,5%, constituyéndose en el peor arranque anual desde 2002.
Además, se espera terminar 2008 con una cifra de crecimiento del Producto cercana a 4% y aunque se anticipa un segundo semestre con una actividad andando a mejor ritmo que la primera parte del año, hay elementos que jugarán un rol clave. Entre estos está el efecto que tendrán las lluvias sobre la generación eléctrica y el impacto de la inflación en el consumo. En tanto, hay consenso en que el Banco Central nuevamente subirá la tasa de interés en su reunión de julio, lo que será un nuevo freno para la economía.
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