Si ya pasó el medio siglo es probable que se acuerde de los zapatos Guante. En las milongas de Buenos Aires muchos bailarines todavía los calzan. Cuenta la leyenda que la familia fundadora de la tradicional marca de calzado masculino se fundió primero y la vendió después. Al mismo tiempo en Chile, Félix Halcartegaray Duhalde poseía la misma marca de calzado desde 1928. A tono con estos tiempos, la tercera generación de los Halcartegaray Duhalde trae la marca Guante a la Argentina. Ya había incursionado hace un año ofreciendo pares en la también chilena Falabella. Pero ahora con una fábrica en el Tigre funcionando a pleno, dada las limitaciones que existen en la Argentina para la importación de calzado, buscan imponerla.
Guante se creó mirando hacia Londres y buscaba subrayar la pertenencia a un mundo de alto poder adquisitivo. Esta vez se propone romper con ese código e intentar seducir a los de treinta y pico. De allí, que hayan ubicado un local insignia en pleno Palermo Soho. Disponen de US$ 5 millones para la apertura de nuevas tiendas, entre ellas una en Florida y Corrientes. Guante tiene filiales en México, Perú, Bolivia, Venezuela y Colombia. Y en su principal planta industrial, ubicada en Chile, produce 3.800 pares de calzados diarios.
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