2007/07/17

Las claves de la inflación en el segundo semestre

Para julio las proyecciones ya comenzaron a elevarse, incluso se habla de hasta 0,7%

Las heladas y lluvias de los últimos días ha impactado fuertemente el precio de las hortalizas, lo que puede traer coletazos durante un par de meses.


P. Díaz/ P. Fierro



Pasado el “chaparrón” que dejó en el mercado el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de junio con su inesperada variación de 0,9%, los ojos se vuelcan a julio, mes que se ve con algunos nubarrones.

De a poco las expectativas se han ido ajustando al alza, pues mientras en la última Encuesta de Expectativas del Banco Central los expertos proyectaron una variación de 0,5% para el séptimo mes del año, ahora López León Brokers lo sitúa en un rango de 0,6% a 0,7%.

¿Qué cambió? Esta vez la amenaza tiene, además, una fuente interna: el precio de frutas y hortalizas se ha disparado en los últimos días a raíz de las heladas y lluvias que han afectado a la zona centro-sur del país, lo que puede tener coletazos durante un par de meses más.

Hacia delante hay que seguir de cerca varios factores, entre ellos:

-Shock de Oferta. Ahora está siendo impulsada desde el sector externo por los precios de las gasolinas y de los alimentos, específicamente la leche y los granos que se puede sentir con mayor fuerza en julio. El Banco Central sostuvo en su comunicado que en este cuadro de mayor inflación por este shock de oferta, las expectativas de inflación de corto plazo han aumentado y las de largo plazo permanecen ancladas en torno a 3%.

- Petróleo. Incertidumbre. De acuerdo al Economist Intelligence Unit (EIU) los costos del petróleo seguirán subiendo porque la OPEP no ha respondido a los llamados a revertir sus recortes de producción, y hay escasas perspectivas de un incremento en su producción hasta fin de año. EIU espera que el Brent promedie los US$ 70 por barril este año y el próximo, en comparación con la estimación inicial de un alza de US$ 2,5 por barril en 2007 respecto del precio promedio de US$ 65,3 por barril del año pasado y una baja en el precio en 2008.

- Salarios. Analistas advierten que hay un crecimiento de la demanda agregada más acelerado de lo que se esperaba y, por tanto, hay un cierre de brechas de capacidad con respecto al PIB potencial, lo que se nota en la tasa de desempleo. El economista Tomás Flores (LyD) asegura que esta misma tasa de desempleo más baja se está traduciendo en costos laborales más altos y eso con una demanda que es más robusta se va a traducir en aumento de precios. Rodrigo Aravena (Banchile) explica que, “de acuerdo a los datos del INE, los salarios se han incrementado de manera mucho más rápida que los costos laborales, lo que significa que las empresas están subiendo los salarios, pero el costo total de producción todavía no sube y la evidencia empírica dice que los costos y los salarios tienden a moverse de manera muy parecida. En la medida que los salarios vayan subiendo y los costos no, hay un riesgo que los costos suban a la misma velocidad de los salarios y ahí sí se genera mayor inflación”.

- Tipo de cambio. A los estragos que están causando las heladas en sus productos, se suma la apreciación del peso y por consiguiente la baja del tipo de cambio, como consecuencia de la decisión del Banco Central de aumentar el tipo rector y de dar pistas sobre eventuales nuevos aumentos, frente a mayores presiones inflacionarias. El dólar cerró en mínimos de poco más de 14 meses, un día después que el Banco Central elevó la tasa. Al término de las operaciones, el tipo de cambio anotó valores de $ 515,40 comprador y $ 515,70 vendedor. Los operadores comentaban que si bien los efectos del alza de tasas ya se habían venido reflejando en el tipo de cambio en los días previos, el Central dejó abierta la posibilidad de una nueva subida en los tipos de interés, lo cual le dio un nuevo impulso al peso.



www.eldiario.cl

No hay comentarios.: