Mientras en los 80 y parte de los 90 los consumidores se fijaban solo en el precio y la cantidad, hoy hacen una relación en la que incluyen calidad, costo, cantidad, nutrición, empaque y comodidad.
Así lo revela el documento 'Política alimentaria en la era de los supermercados: ¿qué es diferente?', elaborado por el experto Peter Timmer y citado en una publicación del Sistema de Información de Precios del sector Agropecuario (Sipsa).
De acuerdo con el estudio, el cambio en los hábitos de consumo fue impulsado no solamente por los propios compradores, sino por las cadenas de supermercados. Coincidencialmente, las nuevas condiciones del mercado llegaron en forma paralela al boom de las grandes superficies.
La presencia de Carrefour, que a su vez impulsó la expansión de Éxito, Olímpica, Carulla Vivero, La 14, Cafam, Colsubsidio y otras cajas de compensación del país, facilitó la transición de los consumidores hacia una demanda más exigente, hasta el punto que las tiendas, las plazas de mercado y los supermercados de barrio han tenido que acogerse a este nuevo modelo, para sostenerse en la competencia.
En Bogotá, hasta hace unos años, los consumidores podían identificar fácilmente cuál era la cadena que ofrecía los productos perecederos de mejor calidad.
Pero debido a la unificación de los niveles, hoy en día las zonas de venta de frutas, hortalizas, legumbres y tubérculos de los supermercados son prácticamente las mismas y lo único que las diferencia es el precio, la cercanía del consumidor, la comodidad y el espacio para el parqueo.
Estrategia para clientes fieles
La promoción de los alimentos sanos y bien presentados que en un principio fue utilizada como mecanismo para conseguir la fidelidad de los clientes se ha extendido a promociones, pues el consumidor tiene a su disposición una amplia oferta de supermercados, tiendas y puntos de venta especializados, lo que hace que el precio vuelva a ser importante a la hora de tomar decisiones de compra.
En este nuevo modelo de comercialización también han jugado un papel importante las empresas comercializadoras: Dafrescura, Saltaty, Eurofresch, Conpifruver y Cepav, entre otras, que incluso ofrecen productos con valor agregado como yuca encerada, pelada, picados de papa, zanahoria, plátano, arracacha, ahuyama y habichuela, cebolla empacada la vacío y hasta sopas precocidas.
La modernización de la oferta de alimentos ha generado también una nueva cultura de producción de parte de los agricultores, pues ahora muchos cultivan de acuerdo con los contratos de compra firmados con anterioridad a la cosecha.
La diferencia
El cambio en los hábitos de compra de los consumidores llevó a los productores y a los comerciantes a modificar sus estrategias de competencia en el mercado.
Tomates con manchas de agroquímicos, papa, yuca y cebolla sin lavar, frutas de mala calidad y en deterioro, hortalizas mal presentadas y hasta granos mezclados con piedras y basura, quedaron prácticamente extinguidos del mercado.
La razón, en los últimos 10 años los consumidores empezaron a elevar sus exigencias a la hora de comprar alimentos.
Atraídos por las recomendaciones de una alimentación sana y balanceada, las amas de casa o quienes toman las decisiones de compra entendieron que lo importante no es la cantidad sino la calidad de los productos que se consumen.
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