Mexicanos, españoles, brasileños, chilenos y hasta surafricanos forman parte de la nueva generación de directivos de empresas que han pasado a manos de multinacionales.
Algunos de ellos son César Alierta, presidente de Telefónica; o Barry Smith, de SABMiller (Bavaria), y, desde hace 9 días, el magnate brasileño Antonio de Moraes, nuevo dueño de Paz del Río. Algunos son los dueños, como el mexicano Carlos Slim, y otros son empleados de alto nivel, pero que en Colombia tienen el rango de 'cacaos'.
Entre los mexicanos, tres se han hecho conocer en los últimos años. Uno de ellos, Emilio Azcárraga Jean, con una fortuna de 2.100 millones de dólares y en el puesto 458 de Forbes. Es el dueño de Televisa, un conglomerado de revistas, canales y servicios de entretenimiento, que entre otras inversiones en Colombia tiene a Editora Cinco. Otro 'manito afortunado' es Lorenzo Zambrano, dueño de la cementera Cémex, con una fortuna de 1.700 millones de dólares y en el puesto 583. Cémex vende el 35 por ciento del cemento en Colombia.
Pero el peso pesado de México es Carlos Slim Helú. Hace tan solo unos días fue catalogado por Forbes como el tercer hombre más rico del mundo. Y una pequeña muestra de su poder se evidenció en Colombia a finales del año pasado, cuando -tras perder la subasta de Telecom- desembolsó cerca de 300 millones de dólares para consolidar su posición de liderazgo en el mercado de telecomunicaciones, con la compra de las empresas de TV paga Superview, TV Cable y Cable Pacífico.
Slim 'aterrizó' en Colombia a finales del 2001, año en que su conglomerado de telefonía celular, América Móvil, asumió el control de Comcel. A principios del 2004, su otro brazo en telecomunicaciones, Télmex, compró las operaciones de AT&T en América Latina, incluida la de Colombia, y desde allí lanzó una estrategia para crecer en telecomunicaciones empresariales.
Hoy Slim reúne no sólo el mayor número de abonados celulares, 17,8 millones, sino de clientes de TV paga del país: 735.054, incluidos los de Cablecentro.
Los chilenos también tienen su 'cacao' en territorio colombiano. Desde 1937, el sello de los Solari de Chile ha acompañado a la firma de comercio Falabella. Hoy ese grupo, que reúne una importante red de supermercados, tiendas de construcción y decoración y en el negocio financiero en Chile, Perú, Argentina, y ahora en Colombia, está en manos del ingeniero civil Reinaldo Solari Magnasco.
En Colombia, se sabe que desde hace unos cuatro años estrechó sus vínculos con el presidente Álvaro Uribe, cuando empezó a explorar la posibilidad de entrar al país con sus tiendas Falabella.
Los españoles quizá son los más conocidos en materia de influencia en las altas esferas del poder y desde hace varios años.
En este grupo se destaca el empresario Jaime de Polanco Soutullo, presidente del Grupo Prisa Internacional. Nació en Madrid en 1959, tiene 44 años y es licenciado en Ciencias Económicas. Desde el 2001 hasta la actualidad se desempeña como director general de la Unidad de Medios Internacionales del Grupo Prisa y es miembro del Comité Ejecutivo de dicho Grupo.
Es propietario de las estructuras de radiodifusión con mayor implantación en España (Cadena Ser) y cuenta con una significativa presencia en el exterior, a través de Radio Caracol y del Grupo Latino de Radiodifusión (Colombia, México, Chile, Bolivia, Panamá, Costa Rica, Estados Unidos y Francia).
Nacionalizado
El año pasado, cuando recibió la nacionalidad colombiana de manos del presidente Álvaro Uribe, tras liderar las inversiones de su compañía en Colombia, Polanco manifestó su amor y admiración por el país.
El crecimiento y la expansión en el área de comunicaciones ha hecho que el nombre de César Alierta gane participación entre los altos círculos del poder en Colombia.
Este licenciado en derecho de la Universidad de Zaragoza y con maestría en administración de empresas de la Universidad de Columbia es, desde julio del año 2000, la cabeza del Grupo Telefónica de España y gracias a su gestión ha convertido a este conglomerado en la primera multinacional de las telecomunicaciones por número de clientes del mundo.
Alierta fue el encargado de consolidar el plan de expansión internacional puesto en marcha por los anteriores presidentes de Telefónica: Cándido Velázquez-Gaztelu Ruiz (1989-1996) y Juan Villalonga Navarro (1996-2000). La empresa opera hoy en 19 mercados de América Latina, Europa y África con una base de clientes conformada por 203 millones de personas, de los cuales 145 millones corresponden a su servicio de telefonía móvil.
En Colombia, Telefónica está presente desde el año 1999 cuando puso en marcha las operaciones de Telefónica Data, una filial dedicada a las telecomunicaciones empresariales. Un año después hizo su ingreso al negocio de call center con la filial Atento Colombia. En octubre del 2004, los españoles asumieron el control de BellSouth Colombia, una compra valorada en 1.000 millones de dólares y en abril del 2006 consolidaron su presencia en el mercado al quedarse con Telecom, luego de ofrecer en una subasta 853.577 millones de pesos por el 50 por ciento más una acción de la empresa estatal.
Alma colombiana
Dentro de los 'nuevos cacaos' está Germán Efromovich, el dueño de Avianca, y quien también se ha declarado colombiano por adopción. Nació en Bolivia en 1948 y con sus padres, a la edad de 13 años, se radicó en Brasil, donde adquirió esa nacionalidad. Hoy es propietario de empresas petroleras y aéreas en Suramérica. Al frente del Grupo Sinergy, el empresario Germán Efromovich, acordó en el 2004 con la Federación de Cafeteros y Valores Bavaria, una transacción mediante la cual dicho conglomerado adquirió el 75 por ciento de la propiedad de la empresa Avianca, que se encontraba en quiebra. El año pasado, la principal aerolínea colombiana generó ingresos por más de 1.000 millones de dólares.
La estrategia de Efromovich, al frente de Avianca pretende posicionarla como una de las mejores aerolíneas de Latinoamérica y su plan de expansión conlleva la renovación de la flota y aumentar las operaciones hacia Europa.
Con los presidentes
Garry Drummond, presidente de la carbonera Drummond, tiene una relación de vieja data con los gobernantes. En el 2000 visitó al presidente Andrés Pastrana para expresar su preocupación por los ataques de la guerrilla contra el ferrocarril que saca el carbón del Cesar al Caribe.
En el primer mandato de Álvaro Uribe, a raíz del mejoramiento en la seguridad, Drummond volvió a Colombia para lanzar el plan de expansión de la operación en el país, la cual es la segunda mayor después de la de El Cerrejón. Esa vez, cuando visitó la mina de La Loma con el primer mandatario, dijo que si tuviera que volver a decidir si invierte de nuevo en el país lo haría sin dudarlo.
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