El diamante tiene un valor emocional que ningún otro artículo de lujo posee

El experto en joyería hablará en Aula HOY de los diamantes como inversión y de su valor sentimental «En Bélgica todas las joyas con diamantes que se venden van con un certificado, en nuestro país no», afirma

Los diamantes, ese brillante objeto de deseo, serán los protagonistas de las conferencias que va a pronunciar en Aula HOY el gemólogo Heraclio Besada. director técnico de GEMACYT.

La fascinación que ejercen, su comercialización, sus variedades, su control, su importancia como inversión, su valor sentimental...Todos los aspectos ligados a estas piedras preciosas serán abordados por Besada en las conferencias que impartirá el próximo lunes, a las 20,30, en el salón de Caja Extremadura de Cáceres, y el martes a la misma hora en el hotel Zurbarán de Badajoz.-

¿De qué depende el precio de los diamantes, de la escasez?-
De la producción de diamantes que hay en el mundo sólo un 10-15% se utiliza para tallar gemas. El otro 85% se dedica a usos industriales. De ese 15% hay que hacer una criba. La calidad de los diamantes depende del color, de la pureza, del peso y de la talla. Hay que hacer tanta selección, y para eso estamos los laboratorios, que quedan muy pocos diamantes en el mercado de calidad gema.

Por eso el precio de los diamantes no baja nunca. Este año ha tenido la misma subida que el oro. Películas y novelas-Alrededor del diamante hay mucho mito, que ha sido alimentado por novelas y películas.-Todas las películas, por muy exageradas que sean, tienen algo de verdad. En 'La lista de Schindler' se veía cómo se escondían los diamantes, que han salvado muchas vidas.

Yo me creo lo que salía en esa película, que los diamantes podían comprar a determinados guardias nazis.-Los diamantes siempre han estado ligados a los judíos, especialmente belgas.-Sigue siendo así. Ten en cuenta que Bélgica es el único país del mundo que, siendo más pequeño que Galicia, tiene cuatro bolsas de diamantes, dos de diamantes tallados y dos de diamantes en bruto. Todo esto viene a raíz de la expulsión de los boers, hace muchos años, a Sudáfrica. Les otorgaron el país con más riqueza del mundo, con todas la minas de diamante. Los judíos empezaron a controlar los diamantes y todavía siguen.

Hoy en día están entrando otros países a formar parte del entramado, como India, que se ha especializado en la talla de diamante pequeño. India y también China son países en crecimiento, lo que provoca mucha demanda de diamantes. Las empresas que controlan el mercado, como De Beers, van sacando su 'stockage', para que no existan desfases de precios desorbitados ni grandes caídas. Para que se mantenga el precio estable. -

¿Comprar diamantes es una buena inversión?
-Sí. Hay mucha gente que lo hace. Hay quienes se dedican a comprar diamantes fancy, que son los diamantes de colores: rojos, azules, verdes, rosas. Son piedras que tienen una demanda muy grande, porque casi no existen. Son mucho más caros que el incoloro. Si un diamante de medio quilate puede costar 3.000 euros, uno de color puede costar 60.000 euros. Hay gente y empresas que invierten en diamantes y también en 'fancy'. De la misma manera que existen diamantes de imitación, sintéticos.

-¿Es fácil descubrir la falsificación?
-En el laboratorio detectamos diamantes sintéticos e imitaciones de diamantes. Por eso es imprescindible pedir un certificado independiente cuando se compra una joya. En nuestro laboratorio ha pasado que alguien ha venido con unos diamantes que había recibido en pago de una venta y que eran imitaciones. La mejor que existe, pero imitación. Hay una que se llama la moissanita que es la mejor imitación del diamante. Incluso los sistemas estándares de detección de las tiendas la dan como diamante. Y después están los diamantes sintéticos.

-¿Lo primero que aconseja a quien se compre un diamante es que pida el certificado independiente?
-Sí. En países como Bélgica no entienden que se compre una joya sin pedir un certificado. En España no. Que un cliente pida un certificado a un joyero no es nada malo, ni significa falta de confianza. Eso es muy útil para las compañías de seguros, en caso de robo, y para hacerse un seguro.Eternidad

-¿Quién compra más diamantes, el nuevo rico, las empresas?
-Existe una tradición, que es lo más importante, y es que el diamante tiene un enorme valor emocional. No hay marca de moda ni artículo de lujo que sea comparable al valor de un diamante. Si yo me caso, intento regalar un diamante porque está unido con el amor. El diamante tiene una cosa muy importante, que es la eternidad. Se te puede deteriorar un bolso, o unos zapatos muy caros. Pero el diamante no. No pasa de moda nunca. Tiene un contenido y un valor que ningún otro artículo de lujo posee.Las joyas de Liz Taylor -Para un gemólogo 'Desayuno con diamantes' será la película favorita'.-Seguro. En la época en que se rodó la película el diamante era muy exclusivo, ahora ya no, porque el nivel económico ha subido.

-¿Cuáles son los diamantes más bonitos que ha visto?-Soy de la opinión que todos los diamantes son bonitos. Hay una serie de diamantes míticos, que yo no he tenido la suerte de ver, como el diamante Hope, de color azul, de 45,52 quilates, por ejemplo. Sí he visto diamantes 'fancy'. Un diamante rojo es de lo que más me ha impactado.

-¿De cuánto valor?
-Un diamante 'pequeño', de dos o tres quilates, podría valer 600.000 euros. Cuando en cualquier mina aparece un diamante de color en bruto no lo tocan. Lo primero que hacen es llamar a los pudientes del mundo por si lo quieren así. Y luego se lo tallan a su gusto. Un jeque árabe quiso que se tallase un diamante con la cabeza de caballo de carreras. Son esas rarezas que existen, pero que están al alcance de tres en el mundo. -

Antes eran las casas reales, la británica por ejemplo, las que tenían más joyas.
-Sí. En teoría sigue siendo la gran dueña de las mejores joyas. La española tiene, pero no creo que iguales.-Luego están actrices, como Liz Taylor, que tenía un diamante muy famoso tallado en pera.

-Es conocido como el diamante 'Taylor-Burton'. Richard Burton le regaló también una de las perlas únicas del mundo, la Peregrina. Junto con el diamante, valen un fortunón, porque además del valor real del diamante está el hecho de haber pertenecido a alguien que es un mito. Por eso cuando joyas como esa salen en una subasta alcanzan unos precios altísimos.

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