El año 2006 comenzó con nuevas expectativas de negocios e inversión de países vecinos. Antofagasta Minerals, compañía del Grupo Luksic, uno de los más grandes de ese país, tiene como una de sus prioridades de mediano plazo ampliar la presencia regional, especialmente en Colombia, donde prevé adquisiciones de contratos de explotación de minerales.
Para la cadena Ripley la incursión en Colombia es la opción más avanzada, por lo que proyecta abrir varios almacenes, para lo cual ha mantenido conversaciones con inversionistas nacionales.
Según el diario El Mercurio, otra empresa chilena que inició una fase de expansión internacional es la tecnológica Quintec, que contempla la adquisición de empresas en Colombia, para consolidar sus negocios de software, hardware y servicios.
Entre tanto, la firma Empresas Navieras, que hace parte del grupo dueño de Granportuaria y Agunsa Colombia, planea crear una división de aeropuertos que operaría terminales en territorio nacional.
Actualmente, esta compañía opera el aeropuerto de la capital de su país, Santiago, y el de Montego Bay, en Jamaica.
La inmobiliaria austral Territorial también tiene planeado la incursión en Colombia, mediante una asociación con inversionistas locales del sector. Uno de los socios de esta inmobiliaria es Ana Sáenz, española-argentina ligada al grupo Bemberg, uno de los propietarios de la cervecería argentina Quilmes.
Rosen (colchones), Farmacias Ahumada, Altas Cumbres (financiera), Mall Plaza y Casa & ideas son otras empresas chilenas que tienen en la mira establecer operación directa en Colombia, de manera individual o asociada.
La recuperación de las economías latinoamericanas, donde históricamente se han concentrado las inversiones de empresas chilenas en el exterior, es uno de los factores que ha impulsado la canalización de recursos internacionales.
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