AGIP preocupada por nuevos cobros
Siguiendo con la tendencia de cadenas como Cencosud y Falabella, D&S decidió centralizar su relación comercial con los proveedores, bajando de esta forma el grado de discrecionalidad que manejaba la administración de los locales.
El origen de esta decisión se remonta a 6 meses atrás, cuando la firma supermercadista contrató una empresa de auditoría externa para que hiciera un informe sobre la situación de sus locales, tras lo cual decidió que todas los contratos entre la cadena y los proveedores serían visados por la central, ubicada en Santiago.
¿Qué implica este cambio?
Además de un mayor control, la posibilidad de establecer nuevos cobros por los usos de góndolas u otros espacios de exhibición, adicionales a los acordados. En la práctica, D&S desde este mes ha comenzado a enviar a los proveedores facturas por concepto de “exhibiciones adicionales no pactadas”, las que pueden ser por distintos montos, dependiendo del proveedor, aunque principalmente afecta a los de alimentos o abarrotes.
Según explicó D&S, estos cobros apuntan a evitar las pérdidas que producían ciertas prácticas de los proveedores. Por ejemplo, las derivadas de las llamadas “exhibiciones adicionales no pactadas”. Anualmente los proveedores pactan con los supermercados las condiciones bajo las cuales se exhibirán los productos, incluyendo los metros cuadrados que van a estar disponibles en la cadena para cada marca y las promociones, entre otros elementos.
Pero muchas veces, ya sea por nuevas campañas de promoción o por una mayor demanda de un producto –por ejemplo duraznos en conserva a fin de año- , los proveedores necesitan más espacio, en las góndolas o la sala de venta en general.Cuando esto ocurría, la solución se acordaba individualmente entre el proveedor y la administración del local, sin transacción de dinero de por medio.
En general, entregando al supermercado un número mayor de mercadería. Por ejemplo, si se le entregan 300 cajas de un producto en un mes, se le daban 30 adicionales, lo que favorecía al local que debe cumplir con metas de ventas y mermas impuestas por la central de D&S. “Así operaron históricamente”, señala un proveedor.
Reacción Este nuevo cobro provocó la inmediata reacción de los proveedores, quienes reclaman que estos cobros son arbitrarios, pues no están contemplados en sus negociaciones anuales. D&S, explica uno de ellos, simplemente está enviando facturas por “exhibición no pactada”, las que fluctúan entre $ 5 millones y $ 15 millones.
El tema ya llegó a oídos de la Asociación Gremial de Industrias Proveedoras, donde el tema se está empezando a analizar. Aún no emiten una versión oficial, pero el asunto va a ser expuesto en el próximo directorio. Si bien por ahora los afectados son principalmente 50 pequeñas y medianas empresas, temen que esta medida empiece a ser adoptada contra las grandes industrias que reúne AGIP.
En todo caso, este es un tema que en grandes cadenas como Cencosud, San Francisco y Tottus (Falabella), y antes en Montecarlo, lo tienen solucionado, dado que tienen centralizado todas estas decisiones. Cada vez que un administrador necesitara otorgar más espacio a un proveedor o que este último hiciera la petición formal, es la central la que entrega los permisos.
el diario.cl
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