2005/12/15

La primera oportunidad

Hacía por lo menos dos años que a una de las tiendas más grandes de la provincia no ingresaba personal.

Pero esta vez, a pedido de la Fundación Discar, le abrieron las puertas a tres personas que no sólo consiguieron integrarse a la planta de Falabella como un empleado más, sino que además cumplieron el sueño de alcanzar su primer trabajo, algo muy especial en la vida de un discapacitado.

Los nuevos empleados son Flavia Godoy (27), Antonio Rodríguez (24) y Anahí González (21), quienes llegaron al puesto tras una selección de postulantes realizada en las escuelas de educación especial a las que concurren (la Escuela Centro Villanueva de la institución Aleluya, la Alfredo Fortabat y la Carolina Tobar García, respectivamente).

La Fundación Discar llegó a San Juan hace tres meses enviada por la sede central de Falabella Argentina. El contacto con esta firma comenzó hace unos meses cuando desde Discar hicieron una prueba piloto en la tienda que hay en Unicenter (Capital Federal) y fueron tan exitosos los resultados que decidieron implementar el programa de Integración Laboral en sus negocios del interior del país.

Quizás la mejor prueba de dedicación y empeño en su lugar de trabajo fue la que dio Christian, una persona con Síndrome de Down en Falabella Rosario, cuando le permitieron ofrecer a los clientes seguros y logró batir record de ventas en todo el negocio."A partir de nuestra experiencia sabemos que el mayor incentivo está en darles una oportunidad.

No hay que olvidarse que la sociedad limita los planes a futuros de un discapacitado, cuando en realidad ellos aspiran a realizarse como cualquier otra persona: por medio de formar su familia y poder sostenerla con su sueldo.

Por eso es tan satisfactorio cuando se les abren puertas", cuentan Victoria Shocrón y Martha Mendía, la presidenta y la psicopedagoga encargada de la selección de postulantes de Discar.Las puertas ya se abrieron. Tanto que por estos días se podrá ver a Flavia, Antonio y Anahí reponiendo ropa en distintas secciones de la tienda.

Ellos serán guiados por otro empleado y cumplirán turnos de cuatro horas, tres veces por semana, al menos al principio y hasta que se acostumbren. A cambio recibirán un sueldo con todos los beneficios sociales de un empleado de comercio."No es una pasantía porque en definitiva eso es un trabajo temporal. Ellos van a poder crecer en el negocio.

Para nosotros es muy importante esta inclusión porque nos ha entusiasmado a todos los empleados. Tenemos algunos miedos pero sabemos que entre todos vamos a superarlos", resume Roberto D'Amico, gerente de la tienda.

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