2005/11/10

Viajes de incentivo fortalecen compromiso con la empresa


LA CLAVE ESTÁ EN COMUNICAR FIELMENTE LOS OBJETIVOS

L os viajes de incentivo son una actividad nueva en Chile. Se trata de viajes que las compañías organizan para sus ejecutivos, generalmente por un lapso no superior a cinco días, a lugares cuya infraestructura les permita realizar actividades que fomenten el compromiso y lealtad.Así, los grupos de incentivos pueden darse en dos niveles: aquel que busca nada más que premiar a los ejecutivos por las metas logradas en las empresas mediante un viaje que privilegie el descanso, la diversión y la recreación; y aquel más enfocado en trabajos de aprendizaje, desarrollo organizacional, motivación laboral y capacitación. Sin embargo, es posible establecer un tercer nivel que combine los otros dos. De hecho, Ramón Carcher, gerente de desarrollo y recursos humanos de Patagonia Connection, opina que lo óptimo es que se mezclen las actividades para que tanto la empresa como los empleados no pierdan de vista el sentido del viaje, sin perjuicio de que es perfectamente válido que éste sólo sea de descanso.
Aspectos para no olvidarTodos subrayan que un viaje de incentivos, cuya meta no sea el mero descanso, puede fracasar por dos situaciones: porque la empresa no comunicó fielmente sus objetivos al hotel, resort o lodge; o porque antes, internamente, no hizo un buen diagnóstico de los problemas que quería atacar o lo que quería potenciar.“Nuestra recomendación es que la compañía haga antes un diagnóstico para así tener claro qué es lo que quieren. Además, se requiere un mínimo de un mes de anticipación para organizar el viaje y en ese lapso lo ideal es que se trabaje directamente con alguien de la empresa, ojalá de recursos humanos, para ver todos los detalles”, explica Carcher.
Para Ivo Milic, gerente de unidad de negocios compensaciones de Hewitt, uno de los factores más importantes a considerar es elegir un lugar especial, donde existan actividades de esparcimiento que sean novedosas, creativas y lúdicas. “El líder (gerente general) tiene que transmitir que los valores imperantes deben ser siempre el respeto, la honestidad, la transparencia y la lealtad”, dice. Se deben premiar resultados y buenos desempeños en el ámbito laboral, “pues no se saca nada con premiar a una persona trabajólica y completamente autónoma, siempre se debe destacar a los mejores por sus condiciones profesionales y personales. Tampoco se deben programar demasiadas actividades para no sobrecargar al grupo”, aseguran los expertos.

Fuente:diario Financiero, 10 de noviembre del 2005

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