2005/11/29

EL NUEVO GABINETE: A LA ESPERA DE LAS PRIMERAS SEÑALES DE MICELI


Buenos Aires, Argentina.- Los economistas, divididos entre la cautela y el pesimismo. Los analistas de Wall Street fueron más dramáticos que los consultores locales.

La reacción de los economistas a la llegada de Felisa Miceli al sillón que ocupaba Roberto Lavagna se dividió en dos posturas bien diferenciadas: hubo cautela entre los analistas locales y pesimismo entre los que trabajan en Wall Street y asesoran a entidades financieras.
Los informes de los bancos de inversión comenzaron a circular a primera hora de la tarde. Uno de los más críticos fue José Barrionuevo, economista jefe de Barclays Capital, una de las firmas que asesoró a la Argentina durante la reestructuración de la deuda externa. "En nuestra visión, la salida de Lavagna y el nombramiento de Miceli marcan un claro deterioro en el marco de la política económica, y todo hace pensar que la visión heterodoxa del presidente Kirchner se reforzará", dijo Barrionuevo.
Para el economista de Barclays, la movida consolida la percepción de que "Kirchner es el ministro de Economía de facto", y reduce las chances de un acuerdo con el FMI en el corto plazo. En un tono similar opinó Gustavo Cañonero, un economista argentino que trabaja para el Deutsche Bank y es muy escuchado por los operadores financieros. "La inflación es un tema de preocupación y para poder lidiar con este problema van a hacer falta políticas fiscales y monetarias más ajustadas; no creemos que la nueva ministra esté en una posición mejor que la que tenía Lavagna para moverse en esa dirección", afirmó Cañonero.
Al igual que Barrionuevo, el hombre del Deutsche no ve a Miceli "con autoridad como para facilitar un acuerdo con el FMI".Un ex funcionario del equipo de Domingo Cavallo que hoy trabaja para Lehman Brothers, Guillermo Mondino, tuvo conceptos igualmente duros para Miceli. "Su nombramiento no es algo particularmente esperanzador", dice Mondino, "tendrá problemas para controlar el gasto; y las dificultades de la gestión del crecimiento sin que se dispare la inflación probablemente sean demasiado para ella". En un memo que circuló ayer a la tarde entre sus clientes, Mondino les aconsejó "reducir la exposición en la Argentina".
La lectura que hicieron los consultores locales fue, en líneas generales, más positiva que la de sus pares del exterior.
Hubo analistas que prefirieron esperar hasta que se conozca el equipo de Miceli para hablar on the record. Fue el caso de Miguel Angel Broda, de Miguel Bein o de Javier González Fraga.Para Javier Alvaredo, de MVA, no habrá grandes cambios en el corto plazo, y la expectativa está puesta ahora en las primeras señales que envíe Miceli en relación a la pulseada contra la inflación y a la inserción internacional de la Argentina, de cara a la negociación con el Fondo y a la próxima reunión de la Organización Mundial de Comercio, que se realizará en Hong Kong a mediados de diciembre. De todas formas, Alvaredo también consideró que "la apuesta del presidente es riesgosa en tanto ahora ya no cuenta con ningún fusible y deberá asumir todo el costo de la dura pelea que se viene contra la inflación".El diputado y economista Claudio Lozano aseguró que "Miceli posee las condiciones para afirmar la estrategia de reindustrialización y redistribución justa de los ingresos".
Según Miguel Kiguel, ex secretario de Financiamiento y actual titular de la consultora Ecoviews, no habrá cambios en el corto plazo, dado que Miceli comparte la visión de Lavagna que favorece un tipo de cambio alto, tasas de interés bajas y un superávit fiscal abultado. En los próximos meses, opinó Kiguel, Miceli tendrá dos desafíos centrales: la batalla contra la escalada de precios y conseguir dinero fresco en los mercados, ya que "el programa financiero del 2006 viene bastante apretado".

Fuente: diario El Clarín, 29 de noviembre del 2005

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