Quien quiera entender lo que está a punto de afectar al público en general, deberían estudiar lo que hacen los “Inmigrantes digitales”.Ya hay generaciones que han nacido en un mundo digital y que funcionan de una forma diferente al resto. En contraste con sus padres, que solían querer guardar en secreto la información, los nativos digitales adoran compartir y distribuir información en cuanto reciben.
La expresión 'DIGITAL NATIVES' (los nativos digitales) está entrando en el lenguaje común. Algo comparable a como googlear se volvió verbo. La expresión nativos digitales fue utilizada varias veces durante una conferencia organizada a mediados de mes para explicar a inversionistas una nueva tendencia. Es más, los organizadores habían invitado a dos nativos para que quede claro que no utilizan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como los menos jóvenes. Hoy día, quien quiera tener idea de hacia dónde vamos tiene que entender cómo las usan los nativos.
La expresión digital natives ha sido lanzada por Marc Prensky en oposición a digital immigrants (los inmigrantes llegados tarde a las TIC), en un ensayo publicado en 2004 bajo el título The death of command and control (La muerte del mando y control). La mayor diferencia es que los nativos son escribas del nuevo mundo capaces de crear los instrumentos que utilizan. Y cuando no los crean, utilizan de manera particular los que está a su alcance.
En una primera versión de un ensayo todavía no acabado. El autor distingue ahora 17 campos en los cuales las diferencias son significativas. Tomemos algunos ejemplos. Los casos más evidentes son probablemente la ortografía, que se vuelve código impenetrable para los adultos; los SMS que algunos pueden teclear con una sola mano en el bolsillo a velocidad razonable; o su manera de utilizar las mensajerías instantáneas con 10 ventanas abiertas, y 10 diálogos simultáneos en los cuales comunican por fragmentos mientras los inmigrantes tienden a llevar una conversación completa con una persona antes de pasar a otra.
Comunes ya entre periodistas y políticos, los blogs de los inmigrantes son principalmente "un instrumento para compartir conocimientos intelectuales". Los nativos prefieren compartir emociones. No sólo venden y compran en línea. Encuentran empleos, amigos y hasta parejas, lo cual no es tema de comentarios, pero sí un hecho de su vida cotidiana.
Su relación con la información es diferente. "En contraste con sus padres, que solían querer guardar en secreto cualquier información que tuviesen ("el conocimiento es poder" era su refrán), los nativos digitales adoran compartir y distribuir la información en cuanto la reciben ("compartir el conocimiento es poder' podría ser su nuevo refrán no formulado", escribe Prensky).
Hasta los juegos electrónicos cambian. Mientras que los primeros eran lineales (hacía falta matar el mayor número posible de personas para llegar a un objetivo fácilmente identificable), los más recientes son complejos e implican la participación y la coordinación de decenas, y hasta miles de jugadores, como podemos ver en los más populares juegos de rol en línea. "Jugar en solitario es cosa del pasado, un vestigio del tiempo aberrante en el cual las computadoras todavía no estaban conectadas," escribe Prensky. Quienes juegan hoy crean sus herramientas o sus armas, crean espacios, universos y juegos enteros. Ya no les basta utilizar la tecnología: se la apropian. Un estudio de Jakob Nielsen publicado a principios de año mostró, con razón, que "todos los jóvenes no son expertos".
Pero la gran virtud de este nuevo ensayo de Prensky titulado The emerging online life of the digital natives: what they do differently because of technology, and how they do it (La emergente vida en línea de los nativos digitales: qué hacen de manera diferente debido a la tecnología y cómo lo hacen) es dar una valiosa pista a quienes quieren saber en qué direcciones están evolucionando las TIC.
Quien quiera entender lo que está a punto de afectar al público en general debería estudiar lo que hacen los inmigrantes digitales. Sin embargo, siguiendo a los nativos, uno puede tener una idea de las tendencias de lo que en términos artísticos se suele llamar vanguardias, las que abren, no siempre en el primer intento, las puertas del futuro.
Fuente: diario El País, España, 29 de octubre del 2005
Escrito por: Francis Pisani
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