El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y el ministro de Minería, Baldo Prokurica, encabezaron hoy la junta anual de accionistas de Codelco en la que conocieron los resultados 2018 expuestos por Juan Benavides, presidente del directorio, y Nelson Pizarro, presidente ejecutivo de la empresa, especialmente respecto a los avances en producción, costos, probidad y fundiciones, además del Plan de Negocio y Desarrollo 2019.
En la ocasión, la administración detalló que uno de los principales logros del año pasado fue mantener una producción estable cercana a 1,7 millones de toneladas de cobre propio, a pesar de la fuerte caída de la ley del mineral. Entre 2014 y 2018, dicha baja en la ley de cabeza fue de 14% y sólo entre 2017-2018 llegó a 5,5%, lo que ha obligado a la empresa a mover una mayor cantidad de material para producir la misma cantidad de cobre.
El desafío ahora, se señaló en la instancia, será sostener la rentabilidad del negocio, a pesar de las condiciones menos propicias que se avizoran: Codelco tendrá una menor calidad de yacimientos, habrá escasez de insumos y de factores críticos, requerirá de un nuevo perfil de trabajadores para una minería más tecnológica y automatizada, y con otras expectativas; deberá medir el impacto que pueden tener algunas políticas públicas, especialmente las relacionadas con la sustentabilidad, además de sortear las fluctuaciones de mercado del cobre.
En cuanto a los costos C1 (139,1 c/lb) y C3 (219,6 c/lb, antes de ajustes contables), Nelson Pizarro explicó que el alza se debió a los mayores precios de los insumos, una leve baja en la producción y las negociaciones colectivas con 10 mil trabajadores por 36 meses. Sin embargo, según aclaró el presidente ejecutivo, “en cuanto a los costos, ha mejorado sustantivamente nuestra posición competitiva en la industria nacional en los últimos años”.
En otro tema de la más alta relevancia, Juan Benavides enfatizó que desde hace años Codelco ha implementado un conjunto de normativas y procedimientos para asegurar condiciones de competencia y transparencia en la contratación de bienes y servicios. Los resultados de las mayores medidas de control aplicadas el año pasado se reflejaron de manera rotunda en las cifras, cuando las licitaciones públicas abiertas alcanzaron el porcentaje más alto de la historia, casi 76% sobre un universo total de contratos que superó los US$ 6.900 millones. De igual manera, las asignaciones directas bajaron de 1,1% a 0,2% y las licitaciones privadas de panel tuvieron una caída de 33% a 11%.
También en materia de probidad, las instancias de control y fiscalización permitieron que más de 2.100 personas declararan sus intereses, casi 1.500 hicieran una declaración de patrimonio interna y otras 74 cumplieran con la Ley 20.880 de declaraciones de intereses y patrimonio. También se informó a la junta sobre las transacciones con personas relacionadas, para lo cual el presidente del directorio informó que “en 2018 se reforzó la exigencia de que estas operaciones sean absolutamente excepcionales, y que se acepten siempre que exista un evidente interés o beneficio para Codelco”. Todas estas transacciones, además de informarse a la junta de accionistas, son sometidas a la decisión del directorio (o informadas, según su monto) y publicadas en la página web de la Comisión para el Mercado Financiero y en la memoria corporativa.
En la instancia se informó, por otra parte, sobre los avances en materia de fundiciones, corroborando que esta semana todas las fundiciones pertenecientes a Codelco, esto es, Chuquicamata, Potrerillos, Ventanas y Caletones, estarán operando de acuerdo a los estándares del DS 28.
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró que “el gobierno del Presidente Sebastián Piñera valora el proceso de transformación, inversión, control, eficiencia y de mejora de gestión en que está embarcado Codelco. El gobierno está comprometido en apoyar a esta empresa en su proceso de inversiones y ha manifestado ese compromiso con la capitalización de US$ 1.000 millones que entregamos, una de las mayores en la historia de la empresa”.
En la junta se repasó el plan de negocios de la Corporación, en el que los proyectos estructurales tienen una importancia crucial. La administración detalló que en el quinquenio 2019 – 2023 iniciarán su producción Chuquicamata Subterránea (2019), Traspaso Andina (2020), Rajo Inca (2021) y el Plan de Desarrollo El Teniente (2023) que contempla la explotación del nivel más profundo del yacimiento (Teniente 9) y de dos proyectos intermedios (Diamante y Andesita), todos los cuales aportarán 33% de la producción al año 2024.
En 2026 estarán operando la totalidad de los proyectos estructurales, considerando importantes procesos de transformación de nuestras divisiones. “En 10 años más, los proyectos estructurales representaran del orden del 74% de la producción”, aclaró Benavides.
El ministro de Minería, Baldo Prokurica, aseguró que en el directorio se recibieron buenas noticias en esta materia. “Codelco tiene grandes desafíos. Los proyectos estructurales son básicos y tienen que concretarse para poder mantener la producción de la empresa. Además, representan un reto importante desde el punto de vista de la ingeniería, ya que ponen a prueba la capacidad de la estatal y de sus profesionales. Junto con ello está el compromiso de Codelco para explotar el litio en el Salar de Maricunga, con una exploración equivalente a unos US$10 millones y que hacen que se cumpla el objetivo del gobierno en el sentido que todas las empresas del Estado, especialmente ésta, trabajen el patrimonio que tienen”.
Durante la reunión, además, la junta de accionistas valoró el cumplimiento de las metas de Codelco, los avances en materia de probidad y fundiciones, y aprobó la memoria 2018, el balance, los estados financieros y el informe de los auditores.
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