2016/08/29

Juan Manuel Santos pone en marcha la maquinaria para ganar el plebiscito

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Ahora comienza el difícil camino hacia la paz en Colombia

El análisis
Carlos Malamud
(Infolatam).- Será a partir de este momento cuando empiece lo difícil, cuando se pongan sobre la mesa los desafíos más duros, aquellos que exigirán un mayor compromiso e imaginación de las partes. El impreciso límite entre la legalidad y la política debe permitir, como parece está ocurriendo en Colombia, dejar atrás un conflicto que se ha cobrado un suculento precio en pérdidas humanas y materiales.

El triunfo de Santos

El análisis
Salud Hernández-Mora
(Infolatam).- “Es el triunfo político de Juan Manuel Santos y, quizá, la única vez que honró la confianza de sus votantes. Si en el 2010 traicionó a un electorado que creyó ver en él al sucesor de Uribe, en su relección del 2014 cumplió su palabra. Selló el proceso de paz con las Farc, razón primordial para que la izquierda le aupara a su segunda presidencia. También es una victoria enorme de las Farc. Cierran con broche de oro medio siglo de brutal terrorismo”.
(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santosya ha puesto toda la maquinaria en funcionamiento para ganar el plebiscito del 2 de octubre en el que se votará por el Si o por el No a los acuerdos alcanzados en La Habana. El mandatario ha movilizado a los gobernadores, a los partidos de la coalición de gobierno y hasta figuras importantes pero reticentes como el vicepresidenteGermán Vargas Lleras.
La victoria del Sí consagraría la que ha sido el pilar fundamental de la gestión santista tanto en su primero como en su segundo mandato. El legado que desea dejar para la historia es el de la paz y el de haber terminado con un conflicto largo y doloroso que se inició allá por los años 60.
Sabiendo Santos como sabe que su gobierno no es popular, que los acuerdos son vistos con recelo por importantes sectores de la sociedad y que el uribismo encarna el No y tiene capacidad de convocatoria y arrastre, el presidente ha puesto en marcha la maquinaria para lograr el triunfo del Sí.
No solo se trata de hacer pedagogía para que la sociedad entienda el alcance de lo que se va a votar el 2 de octubre sino también alcanzar acuerdos políticos y reforzar alianzas con quienes tienen capacidad de movilizar el voto como los gobernadores o los partidos políticos.

Los cuatro pilares de la campaña de Santos
Cuatro son los pilares en los que se va a apoyar el presidente Santos para ganar el plebiscito y movilizar esos votos necesarios:
LA HABANA (CUBA), 23/06/2016.- EFE/ALEJANDRO ERNESTO
1-. En primer lugar, él mismo se ha lanzado al ruedo con más apariciones públicas, declaraciones y entrevistas como la que ha concedido este domingo al principal diario del país, el periódico El Tiempo.
Santos inicia la pedagogía resumiendo el largo y complejo acuerdo (297 páginas) en un puñado de ideas fuerza fáciles de entender y transmitir.
“Es un acuerdo de paz muy completo; diría que el más completo que se ha hecho en el mundo. Es un acuerdo que permite efectivamente poner fin al conflicto y establece las bases para que nunca más regrese la violencia. Es un acuerdo que beneficia a todos los colombianos. Para que la gente lo conozca y lo entienda, vamos a divulgarlo en su totalidad y en resúmenes pedagógicos a través de las páginas web del Gobierno, de redes sociales, en medios masivos de radio y televisión; a través de cartillas, foros, conversatorios y otros eventos. No vamos a desaprovechar ningún espacio para hacer pedagogía sobre el acuerdo”, sostiene el mandatario.

Pero su discurso no es suficiente por sí mismo porque no se trata de un dirigente popular ni carismático quien con su sola presencia o verbo sea capaz de inclinar la balanza.
2-. Por eso, en segundo lugar, ha forzado que su vicepresidente, Germán Vargas Lleras rompa su silencio y se comprometa a apoyar el Sí. Vargas Lleras, que aspira a ser candidato presidencial en 2018 por el oficialismo, había mantenido hasta ahora una posición muy ambigua durante las conversaciones de La Habana.

En declaraciones de este domingo a la revista Semana rompe con esa ambigüedad calculada: “Votaré Sí, porque aún con estas observaciones y con las comprensibles preocupaciones que surjan con la reglamentación del acuerdo, si las Farc cumplen, Colombia podrá cerrar por fin, y ojalá para siempre, este terrible capítulo de su historia”.
No solo apoya al presidente (“Lo primero es la esperanza que produce que, después de más de 30 años de intentos fallidos desarrollados por todos los gobiernos desde 1982, tengamos un acuerdo cerrado y definitivo que pone fin al conflicto y conduce a la desaparición de las Farc como organización armada. Un nuevo fracaso habría sido devastador para el ánimo de los colombianos. Se trata de un éxito incuestionable del presidente Juan Manuel Santos que los colombianos de hoy y del futuro le reconocerán”)…
… sino que respalda los acuerdos: “Si algo me reconocen tanto amigos como contradictores es que digo lo que pienso y nada me callo. Si no estuviera de acuerdo con el proceso lo habría dicho hace tiempos. Estoy convencido de que la apuesta por la negociación fue el paso correcto frente a una guerrilla que había sufrido durísimas derrotas militares, gracias al sacrificio y profesionalismo de nuestra fuerza pública”.
Sin duda que el aparato del Estado se va a volcar en favor del sí mediante una amplia campaña de concienciación (“pedagogía”) y movilización de recursos. Como señala en Infolatam, Salud Hernández Mora: “El plebiscito del 2 de octubre avalará el pacto de Cuba. Imposible que Santos y sus aliados, que usan de manera abusiva los recursos estatales para ganarlo y que cuentan con el respaldo de los grandes medios de comunicación, puedan perder lo que es un mero trámite de cara a la galería extranjera. Además del constante bombardeo publicitario a favor del Sí con dineros estatales, recurrirán, si es necesario, al reparto de prebendas y dinero a los afines, como hicieron en las pasadas elecciones presidenciales. Cuentan con la ventaja, al igual que ocurrió entonces, de que todo queda justificado en aras de la paz y nadie con verdadero poder va a investigarlo”.

3-. En tercer lugar, el presidente colombiano, Juan Manuel Santosha animado a los gobernadores del país a que hagan “pedagogía” del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), asegurando que pueden hacerlo y adelantando que emitirá una directiva presidencial para aclarando cuál es puede ser el papel de los funcionarios de cara al plebiscito del 2 de octubre.
Juan Manuel Santos: “Es un acuerdo que permite efectivamente poner fin al conflicto y establece las bases para que nunca más regrese la violencia. Es un acuerdo que beneficia a todos los colombianos”
Durante la cumbre de gobernadores celebrada en Bucaramanga, Santos les ha prometido que emitirá una directiva presidencial “aclarando muy bien qué pueden hacer los funcionarios en esta campaña”.
“Que ningún funcionario sienta miedo de defender la paz. Que no nos vengan a amenazarnos a los servidores públicos que no podemos hacer campaña por qué si podemos hacer campaña”, ha sostenido el mandatario, respondiendo así a quienes como el procurador general, Alejandro Ordóñez, se oponen a ello.
Santos ha puntualizado que lo que no pueden hacer los funcionarios durante la campaña es desviar partidas presupuestarias para ello, cerrar las alcaldías o gobernaciones para hacer proselitismo y coaccionar a los servidores o contratistas del estado para hacer campaña en un sentido u otro.

El presidente ha defendido que frente a la desinformación que hay respecto al acuerdo de paz alcanzado el 24 de agosto, es que los gobernadores “prediquen los beneficios de los acuerdos, que son muchos”. Según Santos, lo pactado “representa una gama de oportunidades que no nos habíamos imaginado”, entre ellas “más inversión”.

4-. Y en cuarto lugar, ha logrado que los principales partidos del país apoyen el Sí, salvo el uribista Centro Democrático.
Tiene el apoyo del Partido Liberal con su líder histórico César Gaviria como coordinador de la Campaña del Sí, el Partido de la U, Cambio Radical y está a la espera de que el Partido Conservador se una a la postura positiva. Asimismo cuenta con el respaldo de fuerzas ajenas a la coalición oficial como Los Verdes o el izquierdista Polo Democrático.

La pedagogía de Santos
Con todo ese bagaje a sus espaldas Santos ha iniciado ya el proceso de pedagogía política en el que trata de conseguir varios objetivos:
LA HABANA (CUBA), 23/06/2016.- EFE/Ernesto Mastrascusa
a-. Presentar de forma clara los alcances del Acuerdo 
Santos persigue primero de todo asentar la dicotomía paz-guerra que supone votar Sí o No.
Para lograrlo es clave que la claridad del mensaje a transmitir en la campaña del plebiscito: “No lo dude: la pregunta será clara y concisa para que la gente sepa que con su voto está validando o rechazando un acuerdo que permite poner fin al conflicto y construir una paz estable y duradera. (Nos dirigiremos a la población) con mucha pedagogía y claridad. La esencia del acuerdo es sencilla: fórmulas acordadas para poner fin a la violencia, reconocer y reparar a las víctimas, justicia, fortalecimiento y ampliación de la democracia, lucha eficaz contra el narcotráfico e inversión y presencia del Estado para el campo y las poblaciones más afectadas por un conflicto de más de 50 años”.

b-. Evitar que se tome el acuerdo como sinónimo de una amnistía para los guerrilleros
Santos defiende la viabilidad y legitimidad de la Jurisdicción Especial para la Paz, un sistema de justicia que se usa cuando una sociedad está transitando de un conflicto armado hacia la paz.

El presidente aspira a que nadie crea al uribismo cuando este sostiene que los acuerdos son sinónimo de impunidad: “Recibirán penas restrictivas de la libertad de entre cinco y ocho años. Si no lo hacen, es decir, si no dicen toda la verdad, serán condenados a penas de cárcel de hasta 20 años… No habrá impunidad. Habrá sanciones efectivas para los responsables de los delitos más graves. Algunos pretenden decir que la única sanción es la de la cárcel con barrotes, pero la experiencia internacional muestra que eso no es así. La justicia transicional permite no solo sancionar a los responsables por sus delitos, sino que las víctimas conozcan la verdad sobre lo que pasó con sus seres queridos, sean reparadas y existan garantías de que esos hechos que las victimizaron no ocurrirán otra vez”.

c-. Lo logrado supone el fin de la guerra y el comienzo de la paz
Según el Acuerdo Final, el desplazamiento de los guerrilleros a los puntos de ubicación se iniciará cinco días después de que Santos y ‘Timochenko’ firmen la paz entre el 20 y el 30 de septiembre.
“Se terminó la negociación, y este es el acuerdo final y definitivo. No hay nada que se pueda cambiar o modificar. Ese es el texto sobre el cual los colombianos se pronunciarán el 2 de octubre. Y si recibe el apoyo ciudadano mayoritario –como estoy convencido–, se acabará con 50 años de guerra con las Farc y nos dará la oportunidad de construir un país en paz”, sostiene el presidente.

d-. Los guerrilleros se sentarán en el legislativo pero el país no se entrega al castrochavismo
El  jueves, el presidente Juan Manuel Santos entregó el Acuerdo Final al Congreso, con lo que comenzó a correr el plazo para que el 2 de octubre los colombianos acudan a las urnas para decir ‘sí’ o ‘no’ a lo pactado con las Farc. Mientras los partidarios y los opositores del proceso de paz hacen sus campañas, la guerrilla tendrá, entre el 13 y el 19 de septiembre, su décima y última conferencia donde formalizará su decisión de transformarse en un movimiento político.

Santos va a defender que el país no se entrega al castrochavismo ni mucho menos ya que se le conceden 5 disputados y 5 senadores cuando ambas cámaras tienen 166 y 102 representantes respectivamente: “Inicialmente, las Farc tendrán seis voceros. Con voz pero sin voto. La idea es que en el Congreso participen exclusivamente en los debates de implementación del acuerdo de paz…. En las elecciones de 2018 y 2022, como movimiento político sin armas. Deberán participar en los procesos electorales como cualquier otro partido político.¿Y si no tienen votos?El acuerdo garantiza una representación mínima de cinco senadores y cinco representantes a la Cámara, si es que no alcanzan el umbral, para ser elegidos. No son curules a dedo. Solo se asignarán las que falten para completar cinco curules, de tal manera que cuando en la lista obtengan cinco o más no se asignará ninguna adicional. Y a partir del 2026 entrarán a participar sin ningún tipo de beneficio en las elecciones”.

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