2016/02/29

Sólo meses bastaron para que quedaran “out” las cifras que avalaron el Presupuesto 2016

El “ajuste de cinturón” implica que el Ministerio de Hacienda graduará el ritmo de crecimiento del gasto que llega a 4,4%.

Clave será la semana que se inicia para el país y, en particular, para el gobierno. El término oficial de las vacaciones este lunes, marcado por la inminencia de marzo y el retorno a clases de los escolares, anticipa una agitada agenda, que desde la perspectiva económica incluirá el pronto anuncio de un ajuste fiscal.
En medio de cifras de crecimiento de la actividad y del precio del cobre más bajas a las previstas cuando se planificó el Presupuesto de este año, el “ajuste de cinturón” implica que el Ministerio de Hacienda graduará el ritmo de crecimiento del gasto que llega a 4,4%.
De acuerdo a estimaciones, dicha acción se traducirá en un recorte de US$ 500 millones a US$ 1.500 millones. ¿Pero qué tanto cambió la realidad? Los números hablan de un escenario distinto, sinónimo de menos recursos.

SE DESINFLA EL CRECIMIENTO

El año 2015 no fue fácil para la economía chilena. A diferencia de lo previsto, y tras un pobre resultado en 2014 (1,9%), la recuperación del ritmo de crecimiento no llegó y las estimaciones apuntan a que el ejercicio pasado terminó con una cifra similar (2%).
En septiembre Hacienda definió un Presupuesto para 2016 basado en una expansión del Producto de 2,75%, un número coherente con las proyecciones del Banco Central a esas alturas, pero que pronto se quedó en el ala optimista de los pronósticos.
Un panorama internacional que sumó incertidumbre al alicaído ambiente de negocios local, sobre todo ante el menor crecimiento de China, se tradujo en una seguidilla de recortes en los cálculos del PIB para este año. El Central se sumó en diciembre con un rango de 2% a 3%, mientras que el consenso privado apunta a 2%. Inquietante, hay actores que creen que incluso estaremos en 1%.

ADIÓS A LA BONANZA DEL COBRE

Si algo dejaron claro estos primeros meses de 2016 fue el definitivo fin del "súper ciclo de los commodities" que se anticipaba hace meses.
Los valores peak de US$ 4 la libra que alcanzó el cobre en 2011 ya eran historia el año pasado, pero se diluyeron aún más este verano hasta instalarse en las cercanías de los US$ 2 la libra.
Siendo un factor clave para las arcas fiscales, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, citó extraordinariamente al comité de expertos que asesora a la cartera para que revise las perspectivas del commodity en medio de la desaceleración de China.
La ecuación de un menor precio de nuestro principal producto de exportación, un crecimiento económico aún más alicaído y compromisos cuantiosos para los próximos años, preocupó. No por nada se contaba con una cotización promedio de US$ 2,5 para un gasto que sube 4,4% y ahora estamos en US$ 2,05313.

EL ESCENARIO INTERNACIONAL SE DESTIÑE

La reciente baja de la OCDE a sus proyecciones de crecimiento mundial 2016 reflejan el deterioro y la volatilidad que ha experimentado el escenario internacional en lo que va del año.
Las actuales expectativas apuntan a que la recuperación económica de Estados Unidos será a un ritmo menor al esperado inicialmente; se han acentuado las dudas sobre la velocidad de crecimiento de China (ver nota aparte) y la solidez de sus mercados; y la baja en el precio de las materias primas ha desembocado en perspectivas menos optimistas para el incremento del Producto de los países exportadores de commodities.
De esta forma, el panorama global se ha tornado mucho más adverso para una economía pequeña y abierta como la chilena y, de hecho, no son pocos los expertos que señalan este hecho -más allá de las decaídas expectativas locales- como el principal riesgo para nuestro PIB este año.

CHINA DEJA DE TIRAR EL CARRO

Todos los actores económicos asumían que China no podía mantener el acelerado tranco de las últimas décadas. Tasas de 10% se hicieron insostenibles para un modelo de desarrollo que miraba hacia afuera. Ahora la historia ya es oficial.
A comienzos de febrero, el gobierno del gigante asiático estableció un rango para su meta de crecimiento económico -la primera en dos décadas- entre 6,5% y 7% este año, es decir, por debajo del objetivo de 7% de 2015, con un foco ahora en la demanda interna.
¿Qué implicaría esta menor velocidad? Un descenso en la cantidad de materias primas requeridas, lo que ha derivado en una generalizada baja en el precio de los commodities a nivel internacional; así como una disminución en las importaciones.
Un cuadro que para efectos de Chile resulta ingrato desde la perspectiva del cobre. (*Crecimiento a paridad de poder adquisitivo)


COMERCIO EN NIVEL DE CRISIS

El comercio mundial terminó 2015 en los niveles más bajos desde la crisis de 2008, a raíz de una demanda más débil que realzó los temores actuales sobre la salud de la economía global.
La caída respondió principalmente a la desaceleración de China y otros países emergentes, algo no muy disntinto a lo que se prevé para este año.
China, que en 2014 sobrepasó a EEUU como mayor potencia comercial, reportó un descenso de dos dígitos tanto en importaciones como en exportaciones en enero. Y Brasil, sumida en la peor recesión en más de un siglo, muestra un colapso en las importaciones.
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