2015/01/05

Bufetes europeos y americanos buscan posicionarse en Cuba

El acuerdo entre EEUU y la isla disparó las posibilidades para los despachos.

El histórico acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, que deja atrás 50 años de hostilidades, abre ya algunas puertas a una mayor inversión en el país centroamericano, y se prevé que a futuro se complete con una mayor apertura.

Además del sector turístico, que se prevé experimentará un crecimiento exponencial en la isla caribeña, con un gran potencial en el desarrollo de infraestructuras, se proyecta que le seguirían las áreas de energía, telecomunicaciones o la industria agroalimentaria.

Según publica Expansión Jurídico en este escenario, que aún se está definiendo, los despachos de abogados están en guardia.

Saben que es crucial posicionarse bien desde el principio para no quedarse fuera de juego. Hasta ahora, las firmas estadounidenses no podían, salvo circunstancias especiales, operar de ningún modo en transacciones con la isla.

Aunque el anuncio bilateral del mediados de diciembre no significa que ahora ya tengan vía libre, pues el embargo sigue vigente, a partir de ahora las cosas pueden empezar a cambiar.

"Aún es pronto para saber qué cambios van producirse y, hasta que no se levante el embargo, las operaciones para las empresas norteamericanas serán aún limitadas. Pero es obvio que se necesitarán asesores legales para el tipo de trabajo que se permita", asegura el socio de Hogan Lovells en Miami, Luis Pérez.
Principales beneficiados
Juan Picón de DLA Piper afirma que tras analizarlo en la firma, creen que "falta un tiempo para que se desglosen varios flecos y las grandes firmas americanas operen directamente en Cuba, pero es el mercado natural de Estados Unidos".

Por tanto, y aunque es probable que tras el anuncio de Obama y Castro se pensara que en el sector legal, los bufetes de EEUU serían los máximos beneficiados, parece que en un primer momento y hasta que se termine de abrir del todo las relaciones entre ambos países, los expertos creen que al principio pueden beneficiarse más las firmas europeas, incluidas las españolas, así como las canadienses.

En este sentido, el socio de Lupicinio, José María Viñals, dice que en estos momentos "se abren muchas oportunidades para los despachos que han estado operando en Cuba, como Lupicinio, que lleva dos décadas. Hay muchas empresas europeas, incluidas españolas, que no invertían en Cuba por el temor a las represalias de EEUU, donde también tenían intereses o accionistas, pero ahora ya se lo están pensando".
Viñals añade que "a esto se suma que muchos inversores de EEUU se están moviendo en los últimos días con la intención de efectuar operaciones en Cuba en sectores permitidos, y varios bufetes norteamericanos nos están contactando para ayudarles en el asesoramiento y evitar así las restricciones para ellos aún vigentes".

El socio de Bird & Bird en España, Hermenegildo Altozano, que como Viñals, tiene gran experiencia en Cuba, está de acuerdo en las oportunidades que se abren a las firmas jurídicas. "Hay una percepción de que habrá una normalización, y tanto los despachos estadounidenses, que tendrán que pedir licencias específicas para operar en cada operación, como los europeos, tendrán oportunidades en el asesoramiento de las inversiones. Cuba es un mercado con mucho potencial y todo dependerá de la política comercial que se adopte".
Oportunidades
Para Viñals, "el potencial del negocio jurídico es proporcional al potencial de la inversión, y éste es infinito, pudiendo darse un aluvión de inversiones sin precedentes".

Ejemplifica señalando que el turismo es el 40% de la economía cubana y, sin embargo, no hay infraestructuras suficientes. Algunas de las oficinas de abogados españolas más activas en Latinoamérica, como Garrigues u Ontier también están ya estudiando la nueva situación.

Javier Ybáñez, socio responsable de la práctica latinoamericana de Garrigues, cree que se abren oportunidades: "No lo hemos analizado aún en detalle, pero siempre hemos tenido Cuba en el horizonte y, tras lo ocurrido es una opción más".

Bernardo Gutiérrez de la Roza, consejero delegado de Ontier, comenta que "Cuba es un mercado que se está abriendo y en ese nuevo escenario la firma cree que hay expectativas de que surjan conflictos jurídicos y se estudiará la estrategia a seguir"\
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