El objetivo es sumar a los cerca de 9.000 cajeros que existen, unos 15.000 puntos extra en los que se pueda girar dinero.
Que la falta de cajeros operativos o la escasez de efectivo en las gavetas se han convertido en un factor adicional de stress en esta época de fiestas de fin de año, a nadie le cabe duda.
Por eso, una de las principales preocupaciones para los bancos ha sido encontrar una solución rápida y efectiva. Y esta solución, para sorpresa de muchos, no estará en instalar un mayor número de dispensadores. La respuesta se encuentra en los llamados POS, aquellos equipos en los que se deslizan las tarjetas de crédito o débito cada vez que se hace una compra.
Transbank, compañía que opera los POS, está trabajando actualmente en lo que se llamará Redgiro, un servicio que, en simple, permitiría sumar a los cerca de 9.000 cajeros automáticos que existen actualmente, poco más de 15.000 puntos en los que se pueda girar dinero desde cuentas corrientes o cuentas vista.
El plan que se maneja hasta el momento, es que Redgiro permita sacar hasta $ 50.000 -en un principio-, y no requiera una compra para acceder al servicio (Transbank ya presta ese servicio a través de Redcompra te da vuelto, aunque todavía opera para giros de hasta $ 20.000).
Y todo esto lo esperan lograr en el corto plazo: primer trimestre del próximo año. Se espera que para esa fecha la mayoría de los retailers hayan migrado a los POS que aceptan tarjetas con chip.
Hasta el momento el modelo contempla que, por lo menos en marzo de 2015, ya existan algunos puntos con este parámetro y la idea es que sean ubicaciones que concentren un alto número de transacciones diarias, por lo que en estos momentos están trabajando con algunos comercios específicos y grandes cadenas, ya que ellos concentran cerca del 90% de los POS.
La operación para retirar efectivo tomará el mismo tiempo que toma una venta pequeña, y ademásel comercio usará las mismas cajas para que sus clientes accedan al servicio, por lo que habrá un ahorro de espacio importante.
En este plan, tanto los bancos como el comercio se van a ver beneficiados. Por el lado de las entidades financieras, se experimentará una baja en la presión por el funcionamiento de los cajeros, además de lograr, posiblemente, un ahorro importante en las inversiones futuras que deban realizar para cumplir con lo que exige el decreto 222 del Ministerio del Interior, que elevó los costos de los dispensadores desde poco más de US$ 10.000, a más de US$ 40.000.
Por el comercio, habrá una baja en los costos por manejo de liquidez -lo que incluye transporte de valores-, y también tendrá como efecto que, al cierre de la jornada, se encuentre menos efectivo en caja, y más dinero en las respectivas cuentas de las tiendas, lo que disminuye el "atractivo" del comercio para los delincuentes.
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