2014/08/22

Se potencia el riesgo cambiario


Por ECOLATINA (ARGENTINA)
La decisión del gobierno argentino blindó potenciales demandas vía RUFO1 pero no logró saldar los vencimientos del bono Discount emitido en ley extranjera, entrando en un incumplimiento de pagos/cobro según la óptica con que se lo mire (acreedor o deudor).
Más allá de la discusión semántica sobre si dicho evento constituye o no un default en términos jurídicos, el mercado comienza a tomarlo como tal, aunque sea defendible el argumento contrario.

Si bien no descartamos la posibilidad de que un tercer actor (por caso un grupo de bancos y empresas) compre la deuda de los holdouts demandantes en Nueva York, es decir el juicio, por una cifra cercana a los US$ 1.600 M, el país enfrenta un impago que puede o no prolongarse en el tiempo.

El impacto negativo de este evento sobre la economía dependerá de la duración del proceso pero también de la envergadura del mismo, ya que si se aceleran los pagos de la deuda performing la situación sería mucho más complicada.

Aún no podemos precisar la magnitud del shock, pero sí sabemos los riesgos asociados a este camino. En el corto plazo, la escasez de dólares se va a agudizar, profundizando el círculo vicioso en el que se encuentra paralizada la economía argentina.

En pocas palabras, la estrategia de apuntalar el ingreso de divisas vía el canal financiero ha quedado trunca hasta nuevo aviso. Esto significa mayor stress cambiario, menor actividad, problemas de empleo, escasa inversión, dolarización de activos, retracción del consumo, desconfianza, caída de la recaudación, etc.

Sin embargo, la reapertura del financiamiento externo no es lo único que quedó a mitad de camino. En primer lugar, el tipo de cambio oficial en torno de 8 $/US$ vuelve a rezagarse producto de la elevada inflación. Asimismo, el recorte de subsidios no alcanzó para torcer la dinámica de un gasto público que sigue creciendo por encima de los ingresos genuinos. Por último, pese a la suba de tasas de interés y la mayor absorción de pesos, la política monetaria ya no es tan astringente porque el creciente déficit fiscal exige una fuerte emisión del BCRA.

Es decir, más allá que los holdouts hayan bloqueado el financiamiento externo, la corrección del rumbo ensayada a principios de año se ha diluido. Esto es una mala noticia ya que el cambio implementado dotaba de mayor consistencia al esquema económico oficial.

A esto se suma la caída del precio internacional de la soja. Producto de una producción récord en Estados Unidos y el hemisferio sur. La pérdida entre las divisas que hubieran sido liquidadas si los precios no sufrían el descenso mencionado y las que efectivamente entrarán en 2014 será cercana a US$ 1.500 M, reduciendo US$ 500 M los recursos fiscales por derechos de exportación. El declive de la cotización de la soja puede revertirse pero es un llamado de atención en cuanto al ingreso de divisas en 2015 (año signado por elecciones y elevados vencimientos de deuda).

En síntesis, si al incumplimiento con los acreedores del Discount le sumamos la pérdida de consistencia de la política económica y un menor ingreso de agrodólares, queda claro que se ha roto la frágil tregua cambiaria alcanzada en el segundo trimestre del corriente año.
Para recomponer la calma, se necesita una rápida normalización del financiamiento externo y/o elevada pericia para transitar las turbulentas aguas de una restricción externa exacerbada.
grafico 1 ecolatina* Estimaciones propias de Ecolatina (no oficiales)
** Excluye DEGS, traspasos y utilidades del BCRA
   1 Cláusula de los bonos restructurados resultantes de los canjes de 2005 y 2010 y que permite a los acreedores acceder a una mejor oferta si la Argentina ofrece mejores condiciones a aquellos bonistas que no entraron a dichos canjes. Esta cláusula vence el 31 de diciembre de 2014.

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