Por Belén López-Palop
El conflicto que desató el derribo del avión MH17 de Malaysia Airlines que sobrevolaba Ucrania comenzó a destrabarse ayer. En medio de una creciente presión internacional y la amenaza de sanciones económicas más duras a Rusia, los separatistas pro rusos aceptaron entregar los cuerpos de los 298 civiles que murieron en la tragedia a las autoridades holandesas, así como las cajas negras del avión al gobierno de Malasia.
El tren que llevaba los restos de las casi 300 víctimas del accidente dejó el lugar el lunes, después de que el primer ministro de Malasia, Najib Razak, llegara a un acuerdo con el líder de los insurgentes que controlan la zona.
Además, las cajas negras de la aeronave, que podrían contener información sobre el ataque, serán entregadas a las autoridades malasias.
Mientras, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución exigiendo a aquellos que resulten responsables “dar cuentas y que todos los Estados cooperen plenamente para establecer dicha responsabilidad”.
De acuerdo al líder malasio, el acuerdo con los separatistas contempla la entrega de los cadáveres a las autoridades de Holanda, de donde proviene el mayor número de las víctimas.
En tanto, el primer ministro holandés, Mark Rutte, señaló en una conferencia de prensa que el tren que transporta las bolsas con los cadáveres está en camino a Donetsk, para luego partir a Kharkiv, en manos del gobierno ucraniano, desde donde los cuerpos serán enviados a Holanda para su identificación.
Llamado de EEUU
Obama instó ayer a su homólogo ruso a usar su influencia con los del accidenteinsurgentes ucranianos para que estos permitan el acceso “inmediato, completo, sin restricciones y transparente” de los investigadores al lugar donde la semana pasada cayó el avión comercial.
“La responsabilidad está ahora sobre Rusia”, sostuvo el presidente de Estados Unidos, y agregó que Rusia “se aislará aún más de la comunidad internacional, y los costos por su comportamiento seguirán aumentando”.
El mandatario estadounidense denunció además a los separatistas pro rusos de bloquear la entrada de los expertos internacionales al terreno. También les acusó de retirar pruebas. “Todo esto invita a preguntarse, ¿qué intentan esconder?”, afirmó en una declaración realizada en la Casa Blanca.
En la misma línea se mostró el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, quien aseguró que en el lugar del accidente rebeldes armados impedían la salida de los vagones refrigerados que transportan los cuerpos de las víctimas en un intento por destruir las pruebas.
Intereses políticos
Pese a esto, el presidente ruso Vladimir Putin desafió la ira internacional y sugirió que los líderes europeos y de Estados Unidos están utilizando el derribo del avión malasio para hacer política.
“Nadie debería ni tiene el derecho de utilizar esta tragedia para lograr objetivos políticos egoístas”, aseveró el líder ruso en un video publicado en la página web del Kremlin. “Este tipo de sucesos deberían unir a la gente y no dividirla”.
Putin, que nuevamente culpó de la caída del avión al conflicto de Ucrania, dijo que los investigadores internacionales deben tener pleno acceso a los restos. Rusia hará “todo lo que pueda” para buscar una solución negociada al conflicto de Ucrania, sostuvo.
En tanto, el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Alexander Borodai, reiteró ayer que sus rebeldes no derribaron el avión.
Europeos más reacios
Si bien los líderes europeos han manifestado su rechazo a los hechos ocurridos, la traducción de esa indignación en acciones es otra cuestión.
La dependencia económica y energética hacen a la Unión Europea estar más reacia que Estados Unidos a la hora de castigar a Rusia.
En una reunión que tendrá lugar hoy en Bruselas, se espera que los ministros de Relaciones Exteriores de la UE añadan a la “lista negra” más socios de Putin y, por primera vez, algunas empresas rusas acusadas de aprovecharse de los problemas de Ucrania.
Sin embargo, estos pasos no son las sanciones sectoriales que se traducirían en una guerra económica total.
“No veo ninguna intención por parte de la UE de moverse hacia sanciones más duras contra Rusia”, señaló Jan Techau, director de la oficina de Bruselas de Carnegie Endowment.
En tanto, el ministro de Finanzas británico, George Osborne, advirtió del impacto en la economía que tendrán sanciones más duras contra Rusia, pero agregó que la pérdida comercial en el corto plazo es un precio que vale la pena pagar para garantizar la seguridad en Europa.
Millonarios horrorizados
Los hombres de negocios más ricos de Rusia están cada vez más agitados con el hecho de que las políticas del presidente Putin en Ucrania traerán consigo sanciones más severas, sin embargo están demasiado asustados para denunciarlo públicamente.
Si Putin no hace nada para poner fin al conflicto de Ucrania se arriesga a convertirse en un paria internacional, afirmó un multimillonario ruso anónimo. Lo que está pasando es malo para los negocios y malo para Rusia, aseveró.
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