Gerardo Díaz Ferrán está acusado de fraude al fisco por haber ocultado, supuestamente, el pago de 99 millones de euros (US$ 133 millones) a Hacienda.
El juicio al empresario español Gerardo Díaz Ferrán por fraude al fisco, el que supuestamente cometió en la compra de Aerolíneas Argentinas por parte de Air Comet, por el que la Fiscalía reclama dos años y cuatro meses de prisión para él, quedó hoy visto para sentencia.
En la última sesión del juicio oral, que empezó el pasado 27 de noviembre, Díaz Ferrán no hizo uso del turno de última palabra, mientras que el otro imputado, el expresidente de Air Comet Antonio Mata, se declaró "absolutamente inocente" del delito que se le imputa de fraude contra la Hacienda Pública.
Las defensas de los acusados pidieron la libre absolución para ambos al considerar, según el letrado de Díaz Ferrán, que la acusación va "en contra de la fuerza de la razón", ya que se basa en la pericial de un subinspector de Hacienda que realizó "apresuradamente en quince días".
Asimismo, el abogado añadió que "el Gobierno argentino expropió a una empresa -en referencia a Aerolíneas- reflotada en 2008 sin compensación, provocando el hundimiento de (la empresa turística) Marsans".
Precisamente hoy, el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha dado el primer paso para volver a sentar en el banquillo a Díaz Ferrán por el vaciamiento patrimonial del grupo Marsans, hechos por los que le acusa de pertenencia a organización criminal, insolvencia punible y blanqueo de capitales.
Díaz Ferrán cumplirá el próximo jueves su primer año en prisión preventiva por estos hechos al no haber abonado la fianza de cinco millones de euros (unos US$ 6,75 millones) que le impuso la Audiencia Nacional para quedar en libertad.
Por Aerolíneas, el fiscal acusa al que fuera presidente de la patronal empresarial española y a Mata de eludir, mediante una "conducta de ocultación", el pago de 99 millones de euros (unos US$ 133 millones) a Hacienda, tras la compra de la compañía.
Además de la pena de cárcel, reclama para ellos una multa igual a la cuota defraudada y que se indemnice al fisco con la misma cantidad más los intereses.
Los hechos se remontan a 2001, cuando la Sociedad española Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) vendió a Air Comet el 99,2% de Interinvest, una mercantil domiciliada en Argentina que a su vez era propietaria del 92,1% del capital de Aerolíneas Argentinas.
El precio de venta fue de un dólar, pero la SEPI también aportó en ese momento a Interinvest hasta US$ 300 millones de dólares para pagar a los acreedores de Aerolíneas Argentinas, entonces en concurso, de modo que Air Comet se convirtió en titular de la deuda y pudo liderar las negociaciones del convenio, que terminaron en 2002 con una quita del 60%.
Air Comet, sin embargo, no reflejó en las cuentas de 2001 los créditos de los que se había convertido en titular en ese ejercicio gracias a los fondos aportados por la SEPI, lo que, según el fiscal, habría dado lugar al pago de una cuota de 99 millones de euros en concepto de Impuesto de Sociedades.
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