Por otra parte, el rendimiento de los bonos ucranianos se disparó y aumentó el temor de un posible default.
Por Macarena Delpino
Cientos de miles de ucranianos salieron a las calles y bloquearon las entradas de la sede principal de gobierno para demostrar el rechazo a la decisión del presidente Viktor Yanukovich de alejarse de una posible integración a la Unión Europea (UE) y de sus intenciones de “armar una revolución” para sacar al gobierno.
La semana pasada, Yanukovich rechazó firmar el Acuerdo de Asociación con la UE para establecer una alianza comercial, argumentando que “cuando alcancemos un nivel (económico) que sea confortable para nosotros, cuando éste sirva a nuestros intereses, cuando acordemos condiciones normales, entonces hablaremos de la firma (del tratado)”, esgrimió la autoridad, dando pistas sobre su intención de profundizar relaciones bilaterales con Rusia y alejarse del bloque.
Ante esto, se desató el descontento popular y Kiev se inundó de manifestantes exigiendo que se estableciera un paro generalizado y que el presidente saliera del gobierno. Las demostraciones durante el fin de semana reunieron a más de 350.000 personas, y fue la mayor en los últimos nueve años.
El primer ministro Mykola Azarov acusó a la oposición de planear una ocupación del Parlamento, mientras que Yanukovich llamó a la calma. “Cualquier paz mala es mejor que una buena guerra”, dijo el presidente en su primer comentario sobre los disturbios del fin de semana.
La crisis política en Ucrania llega en un momento en que el país presenta una frágil economía y finanzas públicas. De hecho, como resultado de las manifestaciones, los rendimientos de los bonos ucranianos se dispararon y el precio para asegurar los bonos del gobierno a cinco años contra un impago aumentó ayer 100 puntos base a 1.067 puntos base, lo que incrementa el riesgo de default, informó Financial Times.
División dentro del país
Ucrania está dividido entre los que buscan la estabilidad comercial mediante lazos más fuertes con Rusia, principal socio comercial del país (representa el 29,4% del comercio externo del país), y quienes estiman que se lograrán mayores frutos mediante una alianza con la UE.
Desde su elección a principios de 2010, Yanukovich ha intentado mantener a los ucranianos satisfechos, aunando ambas posturas mediante el establecimiento de vínculos más estrechos con Europa, mientras gestiona las relaciones con Moscú.
Su decisión de la semana pasada dejó perplejos incluso a algunos de sus aliados. A esto se le suman las violentas escenas de la policía ocupando fuerza excesiva contra los manifestantes, lo que ha perjudicado la opinión generalizada hacia el presidente.
“Yanukovich hará lo que sea que (el presidente ruso Vladimir) Putin le diga que haga”, sentenció un manifestante desde la plaza de la Independencia de la capital ucraniana, donde los opositores han instalado carpas para prepararse para una campaña de largo aliento. “Ha estado perdiendo su legitimidad por un largo tiempo”, añadió.
Acercamiento a Europa
Luego de las reacciones vistas en Kiev, Yanukovich se comprometió a hacer “todo lo que esté en mi poder para acelerar el proceso de acercar a Ucrania a la UE”. Esta declaración, que la realizó ayer cuando se celebró el 23º aniversario del referendo que estableció el comienzo de su independencia de la Unión Soviética, recalcó la necesidad de equilibrar los intereses de Ucrania en su integración al bloque. “Ucrania ha tomado sus propias decisiones geopolíticas. Nosotros somos europeos y nuestro camino ha sido históricamente determinado. Pero al mismo tiempo, de acuerdo a mi profunda convicción, nuestro gobierno debería integrarse en una asociación de naciones europeas como un socio igual que respetar”, dijo Yanukovich.
Azarov señaló en una entrevista televisiva que el presidente Yanukovich viajaría a Moscú después de un viaje planeado a China para esta semana.
Más allá de Europa
Sin embargo, los oponentes del presidente ucraniano dicen que las protestas ya no se acotan meramente a la negativa de unirse a la UE; ellos apelan a una revolución que busca cambiar el régimen existente en Ucrania.
Algunos de sus aliados han desertado de su facción en el parlamento, con lo que puede que pierda su ya frágil mayoría. Si esto ocurre, la oposición presionará para que se realicen elecciones parlamentarias y presidenciales adelantadas.
El presidente ruso Vladimir Putin comentó que los altercados tenían la finalidad de sacudir a las legítimas autoridades, y agregó que esto le recordaba más a un “pogromo” que una revolución.
“Esta no es un revolución, pero sí una muy bien preparada protesta que bajo mi punto de vista no está siendo preparada para hoy sino para las elecciones presidenciales (de Ucrania) que se realizarán en marzo de 2015”, precisó Putin a periodistas desde su visita a Armenia.
Asimismo, sostuvo que los manifestantes “son grupos que están muy bien preparados militarmente”, levantando dudas de que actores externos estén envueltos en la preparación de los grupos.
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