El momento mexicano se mantiene latente porque el proceso de reformas estructurales que se lleva a cabo en México es el principal atractivo para la inversión privada nacional y extranjera.
Los tres principales partidos políticos (PRI, PAN y PRD) acordaron impulsar la reforma política electoral como punto de partida para que sean aprobadas las reformas energética (mayoritariamente entre el PRI y el PAN) y la hacendaria (principalmente entre el PRI y el PRD).
Estos acuerdos se alcanzaron la semana pasada en el marco del Consejo Rector del Pacto por México e implican que la reforma vinculada con temas electorales será procesada en el Senado. Se avanza para convertir al IFE en Instituto Nacional Electoral (INE), la reelección inmediata de legisladores, la inclusión de nuevas causas de nulidad de elecciones, como sería el rebase de topes de gastos de campañas, la contratación de propaganda en TV y radio, el financiamiento ilegal de partidos, entre otros temas. Sobre la segunda vuelta en la elección presidencial y para gobernadores todavía hay algunas diferencias.
La decisión no implica “atorar” el procesamiento de las otras reformas, pues en el caso de la hacendaria, la discusión será paralela con la Ley de Ingresos, que tiene como fecha límite para su aprobación el 20 de octubre.
En general, la moneda de cambio es la reforma político-electoral por las energética y hacendaria. Y se da por hecho que las tres serán aprobadas antes de concluir este periodo ordinario de sesiones. Esto explica la declaración que hizo ayer en Bali, Indonesia, en una cena privada con empresarios y actores de las economías que participan en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, APEC, el presidente Enrique Peña Nieto, quien sostuvo que México es el séptimo destino más atractivo para invertir en los próximos años de acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Peña Nieto explicó que México es de las mejores naciones para invertir por sus fortalezas internas, su agenda de transformación (proceso de reformas estructurales) y su vinculación internacional. Hay que recordar que nuestro país participa en dos de los mecanismos de integración económica más relevantes del mundo: el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y la Alianza del Pacífico (AP).
Pero sin duda la “agenda de transformación” a la que se refirió Peña Nieto como punto de interés para la inversión privada extranjera es precisamente el proceso de reformas estructurales que se lleva a cabo en el país y que se negocia en el marco del Pacto por México. Y esto hace que más allá del bajo crecimiento económico que registrará este año el país (alrededor de 1.5 por ciento) y de los problemas de inseguridad que se presenta todavía en algunas regiones de la nación, las reformas siguen siendo muy atractivas y hacen que se mantenga el “momento de México”. Prueba de ello es la reciente decisión de la compañía brasileña Odebrecht por invertir más de 8 mil millones de dólares en México.
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