Las sombrías perspectivas laborales amenazan con empañar el atractivo de una carrera que durante décadas atrajo aspirantes con la promesa de viajes globales, sueldos elevados y prestigio profesional.
Christopher Siem gasta 70.000 euros (US$ 92.000) de su propio bolsillo para formarse como piloto, un rubro donde el desempleo duplica el promedio alemán.
Siem, que tiene 24 años, es uno de los aspirantes a piloto de Alemania cuyos sueños de una carrera en cabina se han visto afectados a medida que las aerolíneas del país reducen sus flotas. Deutsche Lufthansa AG, que tiene unos 5.500 pilotos, limitará su flota a 400 aviones y eliminará 3.500 empleos, mientras que Air Berlin Plc también reduce sus tripulaciones entre sus planes de eliminar 27 aviones en el transcurso de dos años.
"Dudo de que consiga un empleo en la cabina de inmediato", dijo Siem, que realiza una capacitación de dos años en Frankfurt, donde el espectáculo de los aviones que usan rutas sobre las calles que él recorre cada mañana en bicicleta, le dan la necesaria motivación para seguir preparándose. Sus padres contribuyen a pagar la cuenta.
La abundancia de pilotos se extiende por buena parte de Europa en momentos en que las ex aerolíneas de bandera eliminan rutas y las operadoras menores se ven asfixiadas como consecuencia de los elevados costos del combustible y el débil crecimiento económico. Lufthansa ha suspendido algunos cursos de capacitación en su escuela de vuelo interna porque la oferta supera la demanda, lo que lleva el desempleo de la tripulación aérea calificada a un récord de 14% en Alemania, estima un sindicato de pilotos.
Si bien Alemania sigue recuperándose de la recesión global, en momentos en que se pronostica que la mayor economía de Europa crecerá 0,3% este año y 1,5% en 2014, Lufthansa, al igual que otras líneas aéreas, recorta destinos europeos no rentables que no contribuyen a llenar los vuelos lucrativos de larga distancia.
Flota más chica
La línea aérea ha archivado planes de una flota de 480 aviones y ahora trabajará con alrededor de 80 aparatos menos hasta 2016, lo que significa que necesitará unos 1.000 pilotos menos, sobre la base de una necesidad promedio de 12,5 tripulantes de cabina por avión.
Augsburg Airways, una aerolínea regional que opera en nombre de Lufthansa, pondrá fin a sus operaciones a fin de mes y se convertirá en la tercera línea aérea del país que cesa en sus actividades este año luego de ACG Air Cargo Germany GmbH, que quebró en marzo, y OLT Express Germany, que cerró en enero.
Eso dejará a unos 350 pilotos sin trabajo, según Vereinigung Cockpit, una asociación alemana de pilotos cuyo vocero, Joerg Handwerg, dijo que el desempleo entre los aviadores alemanes "nunca ha sido más alto".
Las sombrías perspectivas laborales para los pilotos amenazan con empañar el atractivo de una carrera que durante décadas atrajo aspirantes con la promesa de viajes globales, sueldos elevados y prestigio profesional. En la actualidad, el crecimiento del sector está encabezado por líneas aéreas de bajo costo como Ryanair Holdings Plc, cuya relación con los pilotos se ha tensado conforme algunos tripulantes cuestionan la cultura de reducción de costos de la aerolínea.
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