El stock de ventas cortas registrado al pasado seis de septiembre fue de $32.452 millones, donde Cencosud alcanza alrededor de $20.000 millones, es decir, dos tercios del mercado.
Un total de $156.333 millones es el monto acumulado en lo que va del año en operaciones de venta corta, producto bursátil diseñado para obtener ventajas o ganancias cuando el mercado está a la baja. En ese sentido, el inversionista arrienda acciones a un tercero, y luego las vende en el mercado con la intención de recomprarlas a un precio inferior, de tal forma que obtiene un diferencial que corresponde a su ganancia, y posteriormente, devolverlas al dueño.
Este tipo de operaciones es la antítesis de las simultáneas, puesto que en este caso, el inversionista espera una variación negativa en el precio de un título en particular y por eso apuesta. Por este motivo, la venta corta se da en mercados bajistas.
Impactos
De acuerdo a lo que aseveran los analistas, la venta corta tiende a aumentar la oferta de papeles, lo que contribuye a que más agentes participen del mercado, y por lo tanto, éste aumente y sea más profundo.
No obstante, hay diferentes visiones en relación a qué tan conveniente es para el mercado que se efectúen este tipo de operaciones. Como señala Felipe Awad del grupo bursátil mexicano GBM, por un lado se puede considerar que dan una potencial alza, porque si bien los inversionistas tienen expectativas de que una acción va a caer, va a tener que comprarla para devolverla y, en el caso de que saliera alguna noticia buena u ocurriera algo excepcional, tiene que volver a comprarla de todas formas a cualquier precio por el compromiso que adquirió. Pero agrega que, a su vez, en términos de expectativas, muchas ventas cortas están diciendo que el mercado está a la baja lo que puede generar un efecto negativo en las percepciones.
Desde Inversiones Security, en tanto, señalan que estas operaciones, al generar flujos pueden presionar a la baja al comienzo, y luego provocar presión al alza, en la medida en que se gatille la recompra de las acciones arrendadas.
Otros analistas comentan que pese a que hay ventas cortas en todos los papeles, es mucho más probable encontrarlas en títulos profundos como Cencosud, SQM, Enersis y Endesa, debido a que la gente tiene mucho cuidado con la liquidez.
En esta línea, cabe mencionar que el stock de ventas cortas registrado al pasado seis de septiembre fue de aproximadamente $32.452 millones, donde Cencosud alcanza alrededor de $20.000 millones, es decir, dos tercios del mercado. Y en ese sentido, cabe destacar que durante este año el precio de las acciones del retailer acumula una baja de 17,8%, lo que en parte de se explicaría por el “factor venta corta”, señaló un operador.
Según el último informe de la Bolsa de Comercio respecto a “operaciones especiales” correspondiente a julio, Falabella totalizó un monto de $4.040 millones durante el mes en ventas cortas, seguida por Aguas-A que alcanzó un total de $1.410 millones, y Cencosud con más de $800 millones.
Evolución
El monto acumulado hasta agosto de este año, muestra una caída de un 60% en estas operaciones, si se compara con la cifra registrada en los primeros ocho meses de 2011, correspondiente a $390.651 millones aproximadamente. No obstante, fuentes cercanas a la Bolsa de Comercio de Santiago aseveran que lo ocurrido el año antepasado fue excepcional, y se atribuye netamente a la fusión de Lan que generó “mucha venta corta”.
Según indican desde el mercado, cuando la plaza local creó el producto, éste estaba afecto al impuesto de ganancia de capital, surgiendo con más fuerza recién cuando el MKI lo igualó con las categorías de las simultáneas o compras normales, es decir, donde no se paga el tributo. Sin embargo, consignan que la evolución tampoco ha sido muy significativa, debido a que existen problemas de acceso a la posición.
Al respecto, Arturo Curtze de Vantrust Capital explica que el inconveniente de la venta corta es que muchas veces no se encuentran suficientes flujos de acciones. “El mercado de arriendo no es muy importante, lo tiene básicamente cada corredor de bolsa, y eventualmente, alguno que otro fondo de pensiones, a diferencia de lo que sucede en mercados desarrollados, donde las acciones de arriendo, por lo general, están en poder de los custodios. Lo ideal sería que el Depósito Central de Valores (DCV) pudiera arrendar estas acciones para que el proceso fuera más transparente”, dijo.
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