2013/08/15

El pacto YPF-Chevron sobre Vaca Muerta

14 de septiembre de 2012, en Buenos Aires, EFE/YPF/SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS. Dirección de Comunicación e Imagen de la empresa YPF
Por CARLOS MALAMUD

“… El acuerdo entre YPF y Chevron apunta claramente a la urgencia de YPF de tener un socio tecnológico e inversor para explotar Vaca Muerta ante la imposibilidad de hacerlo con sus propios recursos. Galuccio creyó que Chevron podría aportarle lo que buscaba. Al mismo tiempo quería dar una señal clara a los mercados de que son una empresa fiable con la que se puede hacer negocios, pese a haber expropiado a Repsol sin pagar nada a cambio. La asociación con Chevron le permite maquillar la situación y pensar en nuevos planes, aunque su futuro depende en buena medida de la resolución de los numerosos frentes abiertos por Repsol, que todavía mantiene una parte de las acciones de YPF. Por su parte, al firmar el acuerdo con YPF Chevron se convirtió en el primer inversor extranjero en aliarse con nueva petrolera estatal, al tiempo que desafió la amenaza de Repsol de llevar a tribunales a quienes atenten contra sus intereses.

En el frente político la expropiación de Repsol marcó el ascenso fulminante de Axel Kicillof y el momento de gloria de La Cámpora, junto con el declive del hasta entonces todopoderoso y más pragmático ministro de Planificación Julio de Vido, una situación que parece haberse revertido ante la falta de resultados concretos de los planes más radicales. Para Galuccio resultaba poco conveniente un diseño sumamente ideologizado de la política energética, ya que Kicillof quería imponer mayores regulaciones al sector. Sin embargo, su pérdida de influencia facilitó el acuerdo con Chevron. Para firmar el acuerdo, el gobierno de Cristina Fernández tuvo que hacer demasiadas concesiones, la mayoría impensables hace un año.

Sólo el desarrollo de los campos de Loma La Lata y Loma Campana, en Vaca Muerta, requiere inversiones multimillonarias, sin hablar de la puesta en explotación de todo el yacimiento. Sin embargo, el secreto que rodea el acuerdo impide profundizar en numerosos puntos. Por ejemplo, no está claro cuánto aportará finalmente cada socio, Chevron e YPF. Tampoco se comunicó el porcentaje del gas y petróleo obtenido que se quedará cada parte, ni el marco legal del acuerdo, ni dónde se solucionarán las potenciales disputas en caso de que existan desacuerdos. Es más, buena parte de las previsiones se basan en un estudio que pronostica un aumento del precio del petróleo, que no del gas, lo que otorga una mayor dosis de incertidumbre al emprendimiento. Por eso, es difícil saber en qué medida YPF estará en condiciones de conseguir la financiación suficiente como para replicar asociaciones similares a la de Chevron con otras empresas del sector.

Pese a ello, y en un claro acto de voluntarismo, tras el acuerdo con Chevron, YPF espera convencer a más inversores internacionales. Para las compañías extranjeras entrar en Vaca Muerta con una inversión inicial de 1.000 millones de dólares es un buen negocio, siempre y cuando desaparezca el riesgo de las reclamaciones de Repsol y el yacimiento comience a generar los resultados esperados. Paradójicamente, cuando Repsol controlaba YPF ofrecía condiciones a sus potenciales socios menos beneficiosas que las ofrecidas por la nueva YPF”.

Carlos Malamud es investigador principal de América Latina | @rielcano @rielcano

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