Aunque la frase es ultranacionalista, no son pocos los inversionistas extranjeros que, además de luchar con una dura competencia, se quejan de la fuerte red de proteccionismo y las barreras de acceso que existen en algunos sectores de la economía azteca.
En siete meses de mandato, el nuevo gobierno que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto (PRI)está derribando estas barreras a una velocidad que sorprendió a los bancos de inversión y a las clasificadoras de riesgo que siguen al gigante latinoamericano.
En diciembre del año pasado, Peña Nieto selló unhistórico acuerdo con las otras dos fuerzas políticas importantes de este país: el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, que firmaron el "Pacto por México" , que busca impulsar políticas públicas que mejoren la salud, la educación y la inyección de competencia en algunas industrias.
Bateria de reformas en siete meses
Una de las reformas más importantes es la de telecomunicaciones donde Peña Nieto desafió a los peces grandes del mercado mexicano: el magnate Carlos Slim, dueño de América Móvil, la mayor empresa de telecomunicaciones del país -y que en Chile opera bajo el nombre de Claro-, y el grupo Televisa.
El proyecto de ley aprobado el mes pasado permitiráampliar la presencia de los inversionistas extranjeros en empresas mexicanas. En el caso de la televisión satelital y la telefonía los extranjeros podrán subir su participación desde 49% a 100%.
Para el gerente de inversiones de Banco Penta, Patricio Eskenazi, otra de las reformas que valora el mercado es la que se aplicará en el sistema financiero donde se presentaron trece iniciativas que modifican 34 leyes.
"Se busca introducir más competencia y bancarización. La idea es que exista una mayor oferta de créditos y con ello baje el costo de los préstamos. De esta manera, la gente podrá acceder a servicios financieros, aumentar el consumo y ayudar al crecimiento del país", afirma.
Pero la reforma "estrella", que aún no tiene fecha de envío al Congreso, es el impulso que Peña Nieto pretende dar a la industria petrolera, actualmente monopolizada por la estatal petrolera Pemex.
La idea es promover cambios que permitan una mayor participación de inversionistas privados en esta industria, aunque Peña Nieto dejó claro que no significará una privatización de Pemex, uno de los símbolos del nacionalismo mexicano.
"El mercado está muy atento a lo que pueda suceder con la reforma energética, ya que se ha planteado que ingresen extranjeros como partners de Pemex en la extracción de petróleo", explica el economista de Bice Inversiones, Sebastián Senzacqua .
Las obras públicas es otra de las agendas del gobierno que esta semana anunció planes de invertir cerca de US$300 mil millones en proyectos de infraestructura en los próximos cinco años, incluyendo el primer tren de alta velocidad del país.
De la mano de Estados Unidos
La bateria de reformas se da en un contexto económico saludable para el gigante azteca, que según la estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) crecerá 3,4% en 2013.
Aunque la expansión está lejos de la que exhiben Colombia (6,3%) o Chile (4,9%), en el mercado financiero afirman que el crecimiento de México está anclado a la recuperación de Estados Unidos, lugar donde se envían las mayores exportaciones manufactureras y de donde provienen grandes remesas de dinero.
"Al principio de este año la actividad se moderó pero con la recuperación de Estados Unidos esperamos que durante el segundo haya un impulso mayor. De hecho, estimamos que durante 2014 la economía crecerá entre 4% y 4,5% de la mano de la recuperación de Estados Unidos", agrega Senzacqua.
En cuanto a la inflación, Bank of America Merrill Lynch proyectó que se ubicará hacia fines de 2013 en un nivel de 3,9% y el próximo año caerá a 3,6%, más cerca del rango meta (3%) del Banco Central azteca.
Pese a los avances, el desempleo es una de las tareas pendientes de la administración Peña Nieto ya que el dinamismo de la economía no ha generado los empleos que esperaba el mercado. Este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el desempleo en México se ubicó en junio en 4,99%, cifra superior al 4,81% de junio de 2012.
Aunque México es la "niña bonita" de los mercados emergentes, no está exenta de riesgos, en especial los relacionados a la recuperación de la economía estadounidense y los efectos del retiro del plan de estímulos anunciados por la Reserva Federal que se iniciarán a fines de 2013.
Eso sí, Senzacqua advierte que al no depender de los commodities, México tiene mayores espacios para enfrentar esta situación.
La timida "armada chilena"
Aunque tiene un poderoso mercado interno de 112 millones de habitantes, la presencia de inversionistas chilenos en tierras aztecas es tímida comparada con mercados como el peruano, colombiano e incluso el brasileño.
Firmas como CMPC, Arauco, Tres Montes Lucchetti, Sonda, Crystal Lagoons y Masisa forman la pequeña "armada" de compañías chilenas que hasta ahora tienen posiciones poco relevantes en sus sectores.
Para competir en México se necesitan "espaldas financieras", dicen los corredores de bolsa. Sobre todo si hay operadoras mundiales como Walmart, Citibank, Metlife y BBVA. Además hay actores locales potentes como América Móvil, la empresa de alimentos Bimbo y el grupo Alfa.
El retail chileno estuvo a punto de clavar una bandera en tierras aztecas cuando en 2007 Ripley anunció una alianza con la cadena Palacio de Hierro, en la que los mexicanos tendrían el 52,5% y los chilenos el 47,5% de la nueva sociedad.
Con una inversión de US$400 millones, la idea era competir en el negocio de tiendas por departamentos. Sin embargo, la crisis financiera de 2009 echó por tierra los planes y las partes suspendieron el proyecto.
Eskenazi afirma que para ingresar a este mercado "además de tener espaldas financieras suficientes, las empresas chilenas deben considerar un elemento no menor: la corrupción, tema que aún no se soluciona en México".
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