Lo que se había iniciado como un conflicto entre LAN y la empresa argentina Intercargo, tomó ayer otras dimensiones. En lugar de ser la firma chilena, ligada a la familia Cueto, la única en enfrentarse con la sociedad intervenida por el Estado argentino, ayer se sumaron otras 32 aerolíneas.
A través de un comunicado publicado por el diario trasandino El Cronista, las firmas aéreas agrupadas en Jurca y la Cámara de Compañías Aéreas Argentinas, se manifestaron en estado de alerta ante las dificultades que se producen en la prestación de dichos servicios y “las constantes disrupciones en el servicio de rampa” que se registran desde hace unos días.
“Dicha situación causa una gran preocupación puesto que nuestras asociadas están siendo gravemente perjudicadas en sus finanzas debido a las demoras en la salida de sus vuelos, la falta de entrega de equipajes a tiempo, compensaciones otorgadas a pasajeros, pérdida de carga y negocios, entre muchos otros”, se quejó Jurca.
A mediados de mayo, la aerolínea chilena denunció que la empresa de servicios de asistencia impedía la salida de sus vuelos, tras quitar el servicio de mangas y limpieza.
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