2013/06/20

“No traigo cash” o las reglas no escritas

José Antonio Aguilar BuenoEn alguna ocasión, durante una gira de trabajo, el Presidente Ernesto Zedillo se acercó a un grupo de chiquillos que embobados veían la parafernalia y la pompa con la que se mueve el Primer Mandatario de la Nación.

Los niños, ni tontos ni perezosos, solicitaron al presidente los apoyara con su Domingo, a lo que el Presidente sencillamente contestó: “No traigo cash” y ahí dejó el asunto (y a los muchachos con el estomago vacío).

Esta lección, la de no usar cash – efectivo – la tomaron en cuenta mucho políticos después de este evento y tiene mucho sentido. El cash es visual, aparatoso y despierta muchas envidias.  Sobre todo es una de las reglas no escritas que permiten la correcta edificación de Rutas de Evacuación.

De esta moderna práctica del No uso del Cash, podemos dar varios ejemplos muy recientes. El PRI – después del chubasco de criticas que recibió por el PEMEX Gate – aprendió que no debe dejarse huella, como el efectivo, que los enemigos puedan rastrear.

Como resultado tenemos ahora el caso de las tarjetas de Soriana y Monex; es cash sin serlo. No hay caso que perseguir y no hay foto que publicar. Además se utilizan medios regulados para hacer el trabajo de movimiento de recursos. ¿Qué mejor que tener al Banco de México y a la Comisión Bancaria de tu lado al hacer tu movimiento “legal” de recursos no reportados a la autoridad electoral?

Lo genial es que además de que todo parece estar de acuerdo con las reglas, debemos recordar o reconocer que el Banco de México tiene mejor imagen que el IFE. Entonces, cuando de criticar prácticas electorales a través de medios electrónicos y de cámaras de compensación administradas por el Banco Central se trata, el instituto electoral tiene todas las de perder.

Además, está el “secreto bancario” tan fuertemente defendido en México (a comparación de Europa, donde hoy lo están revisando a la vista de las prácticas fiscales de las transnacionales). Con el argumento de que no puede atacar este famoso secreto bancario, tanto la Comisión Bancaria como el Banco Central atajan todas las demandas que pueda tener el IFE sobre información bancaria: aunque la ley electoral lo establezca, en la práctica raramente sucede. Es decir, no hay como fiscalizar fácilmente a los partidos políticos cuando estos emplean dinero electrónico para hacer sus actividades menos transparentes.

Aunque aquí solo estamos dando como ejemplo el Monex Gate del PRI (donde, por cierto, el IFE no encontró indicios de ilegalidad), existen indicios de que otros partidos han desarrollado sistemas igual de sofisticados. 

Esta columna reconoce a éstos arquitectos de Rutas de Evacuación, mismos que han redefinido la forma de hacer política en este país. Sin duda el uso de dinero electrónico tiene una TIRP (Tasa Interna de Retorno Político) altísima. Felicidades a todos aquellos que son innovadores y emprendedores en sus practicas electorales! Los bancos, que cobran comisiones por estas operaciones, se los agradecen.

Sin embargo, algunos políticos – sobre todo los dinosaurios mas dinos de todos - no acaban de aprender la lección de Zedillo. Tenemos casos recientes que debemos y podemos destacar.

El primer caso es el del ex-gobernador de Tabasco Andrés Granier, a quién le están solicitando aclaraciones sobre unos 80 millones de pesos en efectivo hallados por las autoridades de ese Estado en la casa de un cercano colaborador. Aunque Granier no se presentó a declarar sobre esos recursos, aún cuando la procuraduría solicitó su apercibimiento para hablar del asunto, podemos – cándidamente - reconocer que el Señor Granier nunca tuvo nada que ver con ese movimiento de recursos.  Pero eso no es lo importante. Lo importante es el costo político para el PRI en el Estado de Tabasco.

Este daño no viene por 80 millones de pesos, cifra importante pero nada comparable con lo que otros políticos han – a través de medios electrónicos – tomado de las arcas de los recursos públicos. Viene por las fotografías y videos de los recursos expuestos por las autoridades del Estado y que dieron para las primeras planas de todos los periódicos y noticieros de la noche del país.

Con estas fotos y videos Granier dio al trasto los esfuerzos del PRI en ese estado. A ver para cuando regresan. Los del PRD y PAN van a capitalizar el asunto todo lo que puedan. Y se verá lo que se verá.

El segundo caso es el del descubrimiento de los 26 millones en las maletas de un representante del Gobierno de Veracruz, que llevaba ese recurso para pagar a los proveedores de servicios de ese gobierno. Lo extraño y coincidente es que este recurso se encontró justo cuando se estaban llevando a cabo las elecciones presidenciales del 2012.

Los representantes del partido político del gobierno en funciones en ese entonces dijeron que el recurso era para canalizarse a las elecciones y para comprar almas y votos. Claro que el Gobierno de Veracruz dijo no, que los recursos eran legítimos y que para nada eran para usarse como decía el PAN.

Sin embargo nadie les creyó. Nadie les creyó por las razones que el Gobierno extendió a la opinión pública para limpiar su buen nombre: los recursos eran para pagar a un proveedor de servicios del Estado. Eso no lo creyó nadie. Simplemente porque nadie puede decir que el gobierno de un estado paga directamente y en cash a sus proveedores. Además de que raramente pagan, mas raramente lo hacen en persona y con cash.

Se debe reconocer que a pesar de las evidencias presentadas por el PAN, el Gobierno de Veracruz recibió su dinero de regreso (intereses incluidos) y el PRI ninguna reprimenda.

Estos dos ejemplos destacan una arquitectura de Rutas de Evacuación erróneas y que tienen muy bajo TIRP. Ojala aprendan: no usar cash es el nuevo éxito en los procesos electorales.

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