2013/04/11
Miembros de la Fed plantearon en última reunión adelantar el fin del estímulo para este año
Las revelaciones impactaron de inmediato el mercado de bonos, reduciendo la demanda por la última subasta del Tesoro de EEUU.
Por Constanza Morales H.
El consenso que hasta hace unos pocos meses reinaba en la Reserva Federal de Estados Unidos ya no parece tan firme. Las minutas de la reunión de marzo del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, su sigla en inglés) revelaron que varios miembros plantearon la idea de iniciar la reducción del programa de compra de activos por US$ 85 mil millones al mes a partir de mediados de este año.
Según el documento publicado ayer, “algunos miembros sintieron que los riesgos y los costos de las compras, junto con la mejorada perspectiva desde el pasado otoño (boreal), probablemente harían apropiada una reducción en el ritmo de compras cerca de mitad de año, con las compras terminando más tarde este año”.
Varios otros participantes argumentaron que si las condiciones laborales mejoraban como se anticipaba, “probablemente sería apropiado disminuir las compras más tarde en el año y detenerlas hacia fin de año”.
Las minutas también detallaron que un miembro consideró que “idealmente el ritmo de compras debería ralentizarse inmediatamente”, mientras que dos miembros indicaron que las compras “podrían continuar a su actual ritmo al menos hasta fin de año”.
Cambia el calendario
La minuta causó sorpresa en los mercados. En los últimos meses han sido varios los miembros de la Fed que han expresado preocupación por que el masivo plan de “alivio cuantitativo” genere desequilibrios en el sector financiero y que sea complicado comenzar a revertirlo cuando llegue el momento.
Sin embargo, nadie había discutido hasta ahora el cronograma que se ha fijado el banco central para mantener el estímulo. A principios de 2012, la Fed había señalado que las tasas de interés seguirían en su mínimo histórico hasta fines de 2014. En septiembre se comenzó a hablar de mediados de 2015 como posible fecha para comenzar a revertir el estímulo. Hace cuatro meses, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, anunció que las tasas se mantendrían cerca de 0% hasta que se evidencie una “mejora sustancial” en el mercado laboral, lo que se traduce en una reducción del desempleo a 6,5%.
Impacto en los bonos
La mayoría de los economistas restó dramatismo ayer a la revelación, haciendo hincapié en que los comentarios de la Fed se hicieron antes de que se conocieran las últimas cifras de desempleo. Aunque el nivel de cesantía cayó, la creación de nuevos puestos estuvo muy por debajo de las expectativas, lo que sugiere que la recuperación de la economía ha perdido fuerza.
La nueva visión que surgió en la reunión de la Fed “debe tomarse con una gran pizca de cuidado”, afirmó a Bloombeg John Herrmann, director de estrategia de tasa para EEUU de Mitsubishi Securities. El informe de empleo reveló que “la economía todavía no tiene el impulso para crecer consistentemente cerca de los objetivos de la Fed” y una reducción temprana de las compras del organismo es ahora “mucho menos probable”, agregó.
De hecho, el índice bursátil Dow Jones marcó un nuevo récord histórico ayer, con los inversionistas apostando a que el estímulo monetario en EEUU se va a prolongar.
Una visión distinta tiene Ian Lyngen, estratega senior de bonos del gobierno de CRT Capital Group, quien afirmó a DF que “la Fed está menos preocupada de los datos de creación de empleo en un determinado mes. Ellos han declarado que su objetivo es la tasa de desempleo”. El mes pasado, el índice de personas sin trabajo cayó a 7,6%.
Pero las principales señales de alerta se hicieron notar en el mercado de bonos, que ha estado marcado en los últimos meses por temores de que la masiva liquidez inyectada por los bancos centrales de las mayores economías del mundo, (EEUU, la eurozona y Japón), puede estar acumulando una enorme burbuja, y que podría reventar cuando los institutos emisores pongan fin a las millonarias compras de bonos.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU subieron ayer por tercer día luego de que se conocieran los comentarios de la Fed. Y la subasta para un paquete de bonos a 10 años por US$ 21 mil millones generó una demanda por debajo del promedio histórico.
Para poder completar la colocación, el Tesoro tuvo que ofrecer una tasa de interés de 1,795%, todavía cerca de un mínimo histórico, pero por sobre el 1,789% que proyectaban los diez negociadores primarios de la Fed. Y el ratio de oferta-cobertura de 2,79% fue inferior al promedio de 2,95% de las diez operaciones anteriores. En declaraciones a Bloomberg, Dan Mulholland, jefe de transacciones de Treasuries de Bank of New York Mellon, atribuyó los últimos movimientos a “todos esos comentarios enfocado en cambiar o poner fin al alivio cuantitativo antes de lo esperado”. Hoy se subastarán otros US$ 13 mil millones en títulos a 30 años.
Exceso de liquidez
Desde que la crisis financiera estalló en 2007, la Fed, el Banco Central Europeo (BCE) y el banco de Japón (BoJ) han más que duplicado el tamaño combinado de sus balances generales, expandiéndolos en más de US$ 4,7 billones (millones de millones). Con el anuncio de la semana pasada del BoJ respecto de inyectar más liquidez a la economía en dos años, el monto podría elevarse por al menos US$ 1,4 billón hacia fines de 2014.
Diversas naciones emergentes han expresado su preocupación por los efectos que esta mayor circulación de dinero está teniendo sobre sus economías. El ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, también criticó los estímulos de los países industrializados. “La fortaleza del peso no es resultado de políticas ‘hechas en Chile’”, expresó.
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