Diario Financiero Online/ Cronista Argentina
Luego de estar 77 días retenida en el Puerto de Ghana debido por un embargo judicial contra Argentina, finalmente la Fragata Libertad hará arribó a su país.
Para celebrar este triunfo, la presidenta trasandina, Cristina Fernández realizará esta noche una megafiesta con fuegos artificiales, en la que sólo estará invitado el oficialismo.
Como en anteriores megaeventos, la Casa Rosada garantizó el palco principal de la base naval de Mar Del Plata a todo el gabinete, gobernadores, intendentes y legisladores de ambas cámaras del Congreso.
Para la ocasión también se promete una nutrida movilización de militantes de las distintas agrupaciones oficialistas que llegará a la ciudad balnearia.
Sin embargo, no todo es fiesta. La nota amarga para el Gobierno podría marcarla el cacerolazo que fue organizado por redes sociales para repudiar el show del regreso del buque que, a causa de un reclamo judicial de un fondo buitre, fue retenida en el puerto de Ghana en octubre del año pasado.
"Esta fiesta es nuestra y de nadie más", ironizaban ayer en despachos oficiales ante el supuesto desplante opositor.
Desde ayer que la fragata, que zarpó el 19 de diciembre, permanece a 9 kilómetros de la costa marplatense. Por orden oficial, se mantuvo a distancia para que recién sea visible hoy. Su ingreso al puerto se estima entre las 17 y las 18, dependiendo la velocidad del viento, según confió el subsecretario de Control municipal, Adrián Alveolite.
El buque insignia arribará con dos escoltas: la ARA Espora y la ARA Granville, dos corbetas multipropósito de la Armada. También la acompañarán unas 150 embarcaciones de los clubes náuticos locales.
Cristina Fernández subirá por primera vez al buque como Presidenta. Nunca fue a despedir o recibir a la fragata que anualmente realiza el viaje de instrucción de los guardiamarinas, como el último que terminó trunco por el embargo que cayó gracias a un fallo favorable del Tribunal del Mar. En la cubierta, la mandataria será recibida el comandante de la fragata, el capitán de navío Pablo Salonio, y saludará a la tripulación.
Pasadas las 20, se estima que llegaría el discurso presidencial, el primero del año, que se analizaba transmitir por cadena nacional, en el que se especula que Fernández reformule su frase: "Se podrán quedar con la fragata, pero no con nuestra dignidad". Casi se descuenta que, con un auditorio favorable, la mandataria ironizará sobre la oposición que, en medio de la polémica, reclamó el pago a los bonistas para liberar el buque.
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