Mejorar la imagen internacional del país es una tarea prioritaria. Se debe aumentar la eficiencia de la estatal PDVSA, lograr estabilidad política y luchar contra la corrupción.
La República, Colombia.
Para más de la mitad de los ciudadanos de Venezuela, dejando de lado la alta inflación acostumbrada, el gobierno de Hugo Chávez ha sido bueno para ellos, arrojaron las últimas encuestas. Han recibido más ayuda estatal, encontrado empleo y el discurso socialista les parece coherente con la realidad del país.
Sin embargo, para la otra mitad, dentro de la cual están las empresas, economistas y expertos en finanzas públicas, la labor del presidente en estos últimos catorce años ha dejado mucho que desear y un cambio es necesario.
En los próximos años, el presidente deberá replantear algunos puntos clave en materia económica, que Venezuela necesita para resolver sus problemas si no quiere continuar con la mala imagen internacional que posee.
El país hoy sufre de inflación alta, un control cambiario que le resta competitividad y una baja confianza del sector privado, que ahuyenta la inversión. La poca eficiencia de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), es una muestra clara de su potencial desperdiciado. Todo esto es clave si se quiere repensar el lugar que puede ocupar Venezuela entre las economías latinoamericanas.
Más y más inflación y control
Una de las dificultades que deberá sortear el próximo presidente, es el control de la alta inflación que azota al país desde hace décadas, llegando a 29% el último año y afectando el desempeño general de la economía. Por un lado, desestimula el ahorro de los ciudadanos y los hace más vulnerables a los vaivenes de la economía, y por el otro, la acelerada pérdida del valor de la moneda, reduce las inversiones locales y extranjeras.
Hoy el presidente debe buscar un mejor sistema cambiario para el país. Hasta el momento, el gobierno ha puesto restricciones a la compra de dólares y para cambiar de la moneda local a la estadounidense, se exigen muchos trámites que imposibilitan acceder a esta divisa. Debido a esto, el dólar negro ha tomado mucha fuerza, hasta el punto de que hoy ya alcanza tres veces el valor del cambio oficial.
“No se puede culpar al gobierno (de Chávez) de haber provocado una inflación alta y persistente, eso viene desde la década de los ‘90. Y la devaluación es un mecanismo de ajuste fiscal. Pero este gobierno sí ha exacerbado estas dos cosas”, dijo Asdrúbal Oliveros, director de la Ecoanalítica, una agencia venezolana de análisis económico.
Agregando que “si bien el control cambiario era una herramienta útil, el gobierno (de Chávez) lo ha mantenido mas allá de lo justificable”.
Una de las dificultades más grandes que enfrenta la competitividad de la industria es precisamente el tema cambiario, siendo señalado por los empresarios como el principal problema para hacer negocios en el país, por encima de la inestabilidad política y la corrupción.
En este sentido será una tarea importante del presidente restablecer la confianza empresarial. Sin esto, será imposible lograr una diversificación de la producción industrial del país y buscar la no dependencia del petróleo.
“Es necesario restablecer la confianza del sector privado. Hoy el empresariado es cortoplacista y se enfoca a maximizar sus ganancias en el corto plazo, porque se siente amenazado. Falta construir las bases para incrementar la confianza y que los empresarios puedan ver más allá de sus ganancias a tres meses”, comentó Oliveros.
Renovación de PDVSA
Una preocupación constante de los venezolanos, es el estado de las finanzas de Petróleos de Venezuela, principal fuente de ingresos para el Fisco. Entre las exportaciones del país, la venta de petróleo representa más de 90%.
Para los expertos, el principal problema de la industria petrolera venezolana fue que dejó de dedicarse netamente al petróleo y ahora se concentra en otras actividades como explorar, producir, refinar y comercializar los hidrocarburos.
Además, sus directivos deberían enfocarse más en el negocio que en la política. Por ejemplo, en 2002 se producían más de 3 millones de barriles diarios con 40 mil trabajadores. Hoy se produce lo mismo pero con 108.000 trabajadores, un aumento de la fuerza laboral de 170%.
“Hay que rescatar la industria para que realice sus actividades, nombrar una gerencia que esté comprometida con la industria y no con el gobierno. Tiene que tener conocimientos muy altos sobre el negocio y respetar los estándares internacionales en seguridad industrial”, dijo en diálogo con LR Iván Freites, secretario del sindicato de trabajadores de Pdvsa.
Agregando que “hay que restablecer la percepción de Pdvsa a nivel internacional, porque los accidentes ocurridos desde 2003 dañaron la imagen de una corporación eficiente. Antes formaban a los trabajadores en un régimen muy severo”.
Freites hizo notar que en los últimos doce años, 123 empleados fallecieron en accidentes. El más reciente, ocurrió en la refinería de Amuay al norte del país y murieron 42 personas. Los expertos señalaron que fue evitable.
La alta inflación es una de las causas del aumento del precio de los alimentos en Venezuela. Ante esto, el gobierno bolivariano implementó una serie de controles sobre la venta de los enceres que obliga a los proveedores privados a congelar lo que cobran al público en un tope, aunque el precio de la compra del producto o su producción siga subiendo. Es por esto que cada vez más empresas están desmotivadas a seguir en su negocio y de ahí que sea difícil encontrar algunos alimentos básicos, como la leche.
Sin embargo, para la otra mitad, dentro de la cual están las empresas, economistas y expertos en finanzas públicas, la labor del presidente en estos últimos catorce años ha dejado mucho que desear y un cambio es necesario.
En los próximos años, el presidente deberá replantear algunos puntos clave en materia económica, que Venezuela necesita para resolver sus problemas si no quiere continuar con la mala imagen internacional que posee.
El país hoy sufre de inflación alta, un control cambiario que le resta competitividad y una baja confianza del sector privado, que ahuyenta la inversión. La poca eficiencia de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), es una muestra clara de su potencial desperdiciado. Todo esto es clave si se quiere repensar el lugar que puede ocupar Venezuela entre las economías latinoamericanas.
Más y más inflación y control
Una de las dificultades que deberá sortear el próximo presidente, es el control de la alta inflación que azota al país desde hace décadas, llegando a 29% el último año y afectando el desempeño general de la economía. Por un lado, desestimula el ahorro de los ciudadanos y los hace más vulnerables a los vaivenes de la economía, y por el otro, la acelerada pérdida del valor de la moneda, reduce las inversiones locales y extranjeras.
Hoy el presidente debe buscar un mejor sistema cambiario para el país. Hasta el momento, el gobierno ha puesto restricciones a la compra de dólares y para cambiar de la moneda local a la estadounidense, se exigen muchos trámites que imposibilitan acceder a esta divisa. Debido a esto, el dólar negro ha tomado mucha fuerza, hasta el punto de que hoy ya alcanza tres veces el valor del cambio oficial.
“No se puede culpar al gobierno (de Chávez) de haber provocado una inflación alta y persistente, eso viene desde la década de los ‘90. Y la devaluación es un mecanismo de ajuste fiscal. Pero este gobierno sí ha exacerbado estas dos cosas”, dijo Asdrúbal Oliveros, director de la Ecoanalítica, una agencia venezolana de análisis económico.
Agregando que “si bien el control cambiario era una herramienta útil, el gobierno (de Chávez) lo ha mantenido mas allá de lo justificable”.
Una de las dificultades más grandes que enfrenta la competitividad de la industria es precisamente el tema cambiario, siendo señalado por los empresarios como el principal problema para hacer negocios en el país, por encima de la inestabilidad política y la corrupción.
En este sentido será una tarea importante del presidente restablecer la confianza empresarial. Sin esto, será imposible lograr una diversificación de la producción industrial del país y buscar la no dependencia del petróleo.
“Es necesario restablecer la confianza del sector privado. Hoy el empresariado es cortoplacista y se enfoca a maximizar sus ganancias en el corto plazo, porque se siente amenazado. Falta construir las bases para incrementar la confianza y que los empresarios puedan ver más allá de sus ganancias a tres meses”, comentó Oliveros.
Renovación de PDVSA
Una preocupación constante de los venezolanos, es el estado de las finanzas de Petróleos de Venezuela, principal fuente de ingresos para el Fisco. Entre las exportaciones del país, la venta de petróleo representa más de 90%.
Para los expertos, el principal problema de la industria petrolera venezolana fue que dejó de dedicarse netamente al petróleo y ahora se concentra en otras actividades como explorar, producir, refinar y comercializar los hidrocarburos.
Además, sus directivos deberían enfocarse más en el negocio que en la política. Por ejemplo, en 2002 se producían más de 3 millones de barriles diarios con 40 mil trabajadores. Hoy se produce lo mismo pero con 108.000 trabajadores, un aumento de la fuerza laboral de 170%.
“Hay que rescatar la industria para que realice sus actividades, nombrar una gerencia que esté comprometida con la industria y no con el gobierno. Tiene que tener conocimientos muy altos sobre el negocio y respetar los estándares internacionales en seguridad industrial”, dijo en diálogo con LR Iván Freites, secretario del sindicato de trabajadores de Pdvsa.
Agregando que “hay que restablecer la percepción de Pdvsa a nivel internacional, porque los accidentes ocurridos desde 2003 dañaron la imagen de una corporación eficiente. Antes formaban a los trabajadores en un régimen muy severo”.
Freites hizo notar que en los últimos doce años, 123 empleados fallecieron en accidentes. El más reciente, ocurrió en la refinería de Amuay al norte del país y murieron 42 personas. Los expertos señalaron que fue evitable.
La alta inflación es una de las causas del aumento del precio de los alimentos en Venezuela. Ante esto, el gobierno bolivariano implementó una serie de controles sobre la venta de los enceres que obliga a los proveedores privados a congelar lo que cobran al público en un tope, aunque el precio de la compra del producto o su producción siga subiendo. Es por esto que cada vez más empresas están desmotivadas a seguir en su negocio y de ahí que sea difícil encontrar algunos alimentos básicos, como la leche.
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